Según informó el Ministerio de Sanidad y Política Social, 11 de ellos fueron detectados en frontera y se rechazó su importación, mientras que otros 36 fueron retirados del mercado y prohibida su comercialización.

En los 10 restantes fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.

Los juguetes y los artículos de puericultura son los que reúnen mayor número de notificaciones (22 y 14, respectivamente), dados los requisitos exigidos por la normativa que los regula y la especial vigilancia a que están sometidos por los servicios de inspección al estar dirigidos a una población vulnerable.

Otras siete alertas correspondían a vehículos y accesorios; tres, a material eléctrico; tres, a vestimenta infantil y dos, a productos químicos. Otros eran artículos decorativos varios, bicicletas y accesorios, bricolaje y herramientas, calzado de adultos, luminarias y pequeños electrodomésticos. La mayoría procedían de China (29).