Esas son las principales conclusiones del informe ‘Ergonomía y sensaciones en la utilización de airbag de motorista’, elaborado por la Fundación Mapfre y el Cesvimap (Centro de Experimentación y Seguridad Vial Mapfre), y hecho público este jueves.

El estudio se basa en pruebas dinámicas realizadas entre septiembre de 2023 y abril de 2024 por 83 motoristas voluntarios, que fueron equipados con un airbag proporcionado por Cesvimap con un coste de 270 para que lo utilizaran en sus recorridos con cualquier tipo de moto y en distintas condiciones meteorológicas.

Los participantes eran un 84% hombres y de distintos grupos de edad (un 43% tenían más de 51 años, un 40% entre 31 y 50, y un 17%, hasta 30 años). El 63% tenía el permiso A, la media de kilómetros que suelen recorrer es de unos 3.900 al año y durante las pruebas con airbag hicieron un promedio de 181 kilómetros.

Antes del test, el 65% de ellos no se había puesto nunca un airbag, algo que sí hicieron un 28%, mientras que un 7% no contestó a esa pregunta.

SINIESTRALIDAD AL ALZA

El 66% de los motoristas afirmó que el airbag les ofreció sensación de seguridad, algo que descartó un 27%.

Esa sensación fue más alta entre los de 31 a 50 años (70%) y los usuarios de ‘megascooter’ (86%), que son motos con mayor cilindrada y prestaciones que una de 125 centímetros cúbicos.

El 57% tuvo una sensación buena cuando estaba parado (algo que ocurre habitualmente en trayectos urbanos), el 83% no consideraron que los airbags fueran pesados, el 86% consideró que el anclaje a la moto era sencillo y el 89% indicó que ese chaleco se ajustaba a sus características ergonómicas.

En 2023, un total de 299 personas fallecieron tras sufrir un siniestro en moto, un 19% más respecto al año anterior. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) prepara un paquete de medidas para rebajar esa estadística, entre ellas, endurecer el acceso al permiso A y los cursos de recuperación, así como la obligatoriedad de otros equipos de seguridad en moto, entre otras.

“AJUSTAR” LOS PRECIOS

Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, consideró “fundamental” que las empresas consideren el airbag de moto como “un equipamiento de protección individual básico para sus trabajadores”. “La probabilidad de sufrir lesiones graves se reduce hasta en un 22% con el uso del airbag para motociclistas”, aseguró.

Monclús apuntó que el 60% de los siniestros de moto se producen a menos de 40 km/h, velocidad hasta la que es efectivo el airbag en este tipo de vehículo, y que un 23% de los ocupantes va peor equipado que el conductor de la moto, especialmente los ocasionales y los que circulan por ciudad.

A la luz de los resultados del estudio, Monclús abogó por que “la legislación culmine con la regulación completa de cualquier tipo de sistema airbag y ajustar al máximo sus precios para promover su adquisición pensando, en particular, en los motociclistas con menor poder adquisitivo”.

Además, recomendó a los fabricantes de motos que apoyen el uso del airbag para cualquier motociclista y tengan en cuenta las especificidades ergonómicas de diseño para hombres y mujeres, así como adaptar su morfología y usabilidad en determinados colectivos profesionales, como el de los repartidores o fuerzas y cuerpos de seguridad”.

‘CRASH TEST’

Por otro lado, el informe incluye los resultados de una prueba experimental de moto a 40 km/h con dos ocupantes equipados con airbag de motorista, ambos de activación mecánica, que impactaron frontalmente contra un coche.

Ese ensayo se hizo este miércoles en las instalaciones de Cesvimap, en Ávila, y reflejó que el airbag se activó correctamente en los maniquíes o ‘dummies’ que hacían de conductor y acompañante.