Sin embargo, las películas de vídeo tampoco parecen ser la alternativa, ya que la media depelículas alquiladas al mes ha ido descendiendo en los últimos años, pasando de 5,4 en 1991 a 5,3 en 1992 y 4,7 en 1993. El porcentaje de hogares que alquilan al menos una película al mes también ha caído, de un 69 por ciento en 1991 al 59 en 1992 y al 57 por ciento este año.

Pese a ello, la aceptación de las películas de vídeo en el último año ha ido aumentando a un ritmo mayor que las de televisión. Así, el 31 por ciento de la población considera que el atractivo de las películas de vídeo ha mejorad en el último año, frente a un 28 por ciento en el caso de las películas de televisión.

El estudio de la UVE pone de manifiesto que los demandantes de películas de vídeo son cada vez más selectivos, de manera que un 65 por ciento alquila películas para el fin de semana, un 31 por ciento decide alquilarlas a pesar de la oferta de televisión y un 52 por ciento tiene decidido ya el título de la película que alquilará.

El grado de satisfacción de los usuarios sobre los vídeo-clubes ha mejorado el últmo año. Mientras en 1992 el 64 por ciento de los españoles estaban bastante o muy satisfechos con los vídeo-clubes, en 1993 este porcentaje sube al 72 por ciento.

COMPRA DE PELICULAS

El informe de la UVE analiza también la compra de películas de vídeo pregrabadas. Según esta asociación, el 47 por ciento de los hogares tienen películas pregrabadas, siendo las no infantiles las más compradas, seguidas de las infantiles y las musicales.

El promedio de cintas pregrabadas compradas por hogar se sitú actualmente en 14,5 películas, frente a 10,2 en 1992 y 5,4 en 1991. La tendencia de las familias a comprar películas pregrabadas ha aumentado, ya que en 1993 el 82 por ciento de las cintas que hay en los hogares fueron compradas -frente al 78 por ciento en 1992-, el 14 por ciento regaladas y el 8 por ciento restante de promoción.

Los padres son los que más películas de vídeo compran, el 53 por ciento de las cintas (31 por ciento el padre y 22 por ciento la madre), seguidos de los hijos mayores de 18 ños (22 por ciento).

El lugar de compra habitual de las películas de vídeo siguen siendo los grandes almacenes, donde se adquieren actualmente el 39 por ciento de las cintas, seguidos de los vídeo-clubes (26 por ciento) y las librerías (8 por ciento). En 1992 se compraron en grandes almacenes el 43 por ciento de las películas y el 17 por ciento en los vídeo-clubes.

Respecto al precio de las películas de vídeo pregrabadas, el 51 por ciento de la población española considera que 3.000 pesetas es unprecio razonable, frente a un 44 por ciento que cree que es excesivo.