El cambio climático de origen humano intensificó las olas de calor en 2015
- Según un informe de 116 científicos de 18 países
- España vivió la mayor ola de calor desde que el registro histórico comenzara en 1975
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El cambio climático provocado por el ser humano aumentó muy probablemente la intensidad de las olas de calor que afectaron a África oriental, Asia oriental, Australia, Europa, India y Pakistán en 2015, y ayudó a convertirlo en el año más caluroso jamás registrado.
Se trata de la primera evidencia sólida que vincula estos fenómenos con la actividad humana sobre el clima y aparece en la quinta edición del informe ‘Explicando eventos extremos desde una perspectiva climática’, que está incluido en un número especial del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana (Estados Unidos).
El trabajo, editado por cinco científicos de la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) y uno del Met Office (Oficina Meteorológica del Reino Unido), incluye 25 artículos de investigación de 116 científicos de 18 países revisados por pares que examinan episodios climáticos extremos de 2015 en cinco continentes y dos océanos, y que analizan las observaciones históricas y las tendencias cambiantes para determinar si el cambio climático pudo haber influido en esos eventos.
Los científicos identificaron evidencias de cambio climático influido por el hombre en 10 episodios de calor extremo (entre ellos, olas de calor en Australia, China, Europa, India, Indonesia, Japón y Pakistán), el récord de temperatura media global, el mínimo histórico de hielo del mar Ártico en marzo, la intensa temporada de incendios forestales en Alaska (Estados Unidos), la sequía extrema en el suroeste de Canadá, la lluvia torrencial en mayo en el sureste de China, las inundaciones en un día soleado en septiembre en Florida y el récord de invierno con sol en el Reino Unido.
El año pasado se registró la mayor ola de calor de los últimos 41 años en España (desde 1975), según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recogidos por Servimedia, ya que hubo un episodio que duró 26 días (del 27 de junio al 22 de julio), afectó a 30 provincias, tuvo una temperatura máxima de la ola de 37,6ºC (la media en el día más cálido) y contó con 3,4ºC como anomalía máxima (el promedio de cuánto suben los termómetros respecto a la temperatura umbral).
“PRUEBAS CADA VEZ MAYORES”
Sin embargo, los científicos no hallaron ninguna señal de cambio climático en brotes de frío extremo en el este de Estados Unidos y Canadá, el inicio tardío de la temporada de lluvias de primavera en Nigeria y precipitaciones diarias intensas en diciembre sobre Chennai (India).
La mayor evidencia de la influencia humana en el clima se encontró en los eventos relacionados con la temperatura: el aumento de la intensidad de numerosas olas de calor, la disminución de la capa de nieve en las cascadas, el récord de bajo nivel de hielo marino del Ártico en marzo y el extraordinario alcance y duración de los incendios forestales de Alaska.
“Después de cinco años del informe, vemos pruebas cada vez mayores de que el cambio climático está haciendo que las olas de calor sean más extremas en muchas regiones del mundo”, apunta Stephanie C. Herring, científica líder de los Centros Nacionales para Información Ambiental de la NOAA, quien añade: “A medida que mejoramos la distinción entre la influencia del cambio climático y la variabilidad natural, la significación local y los impactos de este fenómeno global son cada vez más claros”.
INUNDACIONES, TIFONES E INVIERNO SOLEADO
El informe indica que otros eventos climáticos del año pasado fueron más extremos por el calentamiento global. Así, la probabilidad de que haya inundaciones de marea en un día soleado en el área de Miami (Estados Unidos), como las ocurridas en septiembre, ha aumentado un 500% desde 1994. Además, el cambio climático inducido por el hombre probablemente contribuyó a la alta intensidad récord de los tifones en el oeste del Pacífico Norte y la cantidad inaudita de sol invernal en el Reino Unido.
Pero los investigadores no encontraron evidencia de una señal global de cambio climático en el inicio tardío de la temporada de lluvias de primavera de Nigeria o en las precipitaciones diarias extremas que inundaron Chennai (India) en diciembre, así como de que las condiciones invernales extremas en el noreste de Estados Unidos en 2015 fueran más probables por el cambio climático inducido por el ser humano.
Desde que este informe surgiera en 2012, se han examinado un total de 104 eventos climáticos extremos, de los que el 65% están influidos por el ser humano. Estos estudios adoptan un enfoque basado en el lugar y en eventos específicos para identificar el papel del cambio climático y responden a la pregunta de qué probabilidad de recurrencia o intensidad de un episodio reciente concreto ha cambiado con relación al pasado.
Los autores eligen el evento que desean estudiar, por lo que los estudios no son ni una muestra aleatoria ni una encuesta exhaustiva de fenómenos meteorológicos extremos. Ellos ilustran cómo varios métodos pueden aplicarse al análisis de los episodios extremos y comparan los enfoques cuando eligen el mismo evento.
"Con este informe, seguimos documentando la creciente capacidad de los científicos para identificar cómo el cambio climático influye en el clima de hoy", subraya Jeff Rosenfeld, editor en jefe del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, que dirigió de forma independiente los exámenes por pares de los estudios incluidos en el último informe especial.
(SERVIMEDIA)
16 Dic 2016
MGR