Catalá se refirió a esta cuestión en el Pleno del Congreso, donde el diputado del PSOE Artemi Rallo preguntó si el Gobierno está “satisfecho” con los resultados de sus medidas contra la corrupción.

A este respecto, el ministro destacó que, aunque el Gobierno no cae en la “satisfacción” en este terreno, sí considera que la pasada legislatura se pusieron en marcha unas reformas que “no estaban hechas”, como la mejora de la Ley de Financiación de Partidos, la Ley del Alto Cargo, la modificación del Código Penal o la creación de la Oficina de Recuperación de Activos de corruptos.

No obstante, el titular de Justicia reconoció que “queda mucho por hacer en esta legislatura” y citó, como cuestiones que se pueden abordar en los próximos cuatro años, el “reforzar” la independencia del Poder Judicial; perfeccionar el estatus legal de los “denunciantes de la corrupción”; y “seguir regulando las puertas giratorias entre la política y la Justicia”.

“AVERGONZADO Y ABOCHORNADO”

Este último punto hace referencia a los casos de magistrados que pasan a formar parte de las listas electorales de un partido o se convierten en cargos públicos y que, de acuerdo con la legislación vigente, pueden recuperar después su plaza en los juzgados de forma automática.

Al mismo tiempo, Catalá reclamó al PSOE que, además de sumarse a las mejoras legales contra la corrupción, traslade a la sociedad “una imagen de confianza en sus instituciones”, ya que sería un “buen favor a la democracia”.

Por su parte, Rallo sostuvo que el Gobierno debería estar “avergonzado y abochornado” de su balance contra la corrupción, ya que la percepción de los españoles es muy negativa al respecto, como dijo reflejan sondeos de Transparencia Internacional o de la propia UE.

Este diputado del PSOE añadió que al Ejecutivo de Mariano Rajoy “le falta credibilidad” en su combate de las prácticas corruptas, al tiempo que resaltó que son necesarios más policías y jueces para hacer frente a este tipo de prácticas.