Así lo manifestó en la sesión de control al Gobierno en el Senado, al responder al senador socialista José Montilla, expresidente de la Generalitat, quien le preguntó sobre las iniciativas que piensa adoptar el Gobierno para hacer frente al “grave problema” existente en las relaciones con las instituciones de autogobierno en Cataluña.

La vicepresidenta reiteró que el Gobierno afronta las relaciones con las instituciones de Cataluña con el propósito de solventar “los problemas reales de Cataluña y los catalanes” y que lo hace “ofreciendo diálogo y ofreciendo y pidiendo lealtad”.

Montilla le contestó que debe pasar “del anuncio del diálogo” al “diálogo de verdad”, que a su juicio consiste en “respetar y hacer respetar las leyes, pero dialogando políticamente”. “¿No creen ustedes que nuestra Constitución después de 38 años necesita una reforma?”, preguntó, y subrayó en que ha llegado el momento de reformarla “con consenso” para mejorar el modelo territorial, entre otros asuntos.

“Diálogo, sí, sobre los 45 puntos también”, respondió Sáenz de Santamaría, para quien la reforma constitucional no es un fin en sí mismo, sino “un medio para solventar problemas”. “Tenemos que ponernos de acuerdo en qué podemos reformar, qué resolvemos con ello y qué apoyos contamos. No sería bueno que sembráramos de discordia la reforma de una Constitución que fue de concordia y sirvió para todos, la votáramos o no”.