La asociación ecologista afirmó que Tillerson, como presidente de Exxon Mobil Corporation, “hizo todo lo posible para silenciar las iniciativas globales para responsabilizar legalmente a las compañías de los combustibles fósiles por agravar los efectos del cambio climático”.

Asimismo, indicó que Exxon volverá a su alianza con la petrolera estatal rusa Rosneft una vez que el Gobierno estadounidense levante las sanciones con Moscú e hizo hincapié en que Glenn Waller, que dirige las operaciones de Exxon en Rusia, anunció que el gigante petrolero estadounidense no había renunciado a su empresa conjunta en aguas árticas de Rusia, donde comparte con Rosneft diez licencias de perforación que se vio obligada a abandonar en 2014 por las sanciones estadounidenses por la participación de Moscú en el conflicto de Ucrania.

“La negación sobre el cambio climático va a ser la posición de la Casa Blanca”, lamentó la responsable de la campaña para Salvar el Ártico de Greenpeace, Pilar Marcos, que añadió que “para ello se tendrá que enfrentar a muchos años de acuerdos científicos y movimientos sociales”.

Por último, destacó que “son aún más preocupantes las alianzas con petroleras rusas para destruir el Ártico, teniendo en cuenta especialmente que Tillerson recibió la Orden de Amistad con Rusia”.