El tribunal considera que "no se ha acreditado que el mensaje" del hijo de Jordi Pujol “contuviera expresiones de contenido intimidatorio", ni tampoco que el diputado "lo hubiera enviado con el propósito de asustar o atemorizar a Carina Mejías".

El entonces diputado de CiU envió el mensaje a Mejías en el momento en que Ciudadanos pidió una comisión de investigación en el Ayuntamiento de Barcelona sobre la presunta adjudicación de contratos a empresas vinculadas con la familia de Oriol Pujol.

Para el juez, la primera parte del mensaje ("Sabía que eras una persona retorcida") "no es más que la manifestación de una opinión" y aun reconociendo que el calificativo "tiene connotaciones negativas, no se puede considerar una injuria ni un insulto".

En cuando a la parte en la que Pujol advierte a la concejala de que "eso te dará malvivir", la sentencia considera que "es la más controvertida, ya que se podría determinar que incluye el anuncio de un daño indeterminado". Sin embargo, entiende que "esta interpretación no parece la más acertada".

Mejías pedía 5.000 euros de indemnización por daños morales con el argumento de que Oriol Pujol los podía pagar. La defensa ha logrado la absolución por la cantidad de mensajes mucho más graves que se publican en las redes sociales y que no acaban en los juzgados.