Dancausa manifestó que la situación de las mujeres gitanas ha cambiado en las últimas décadas, ya que muchas jóvenes estudian, asisten a programas de formación y se han incorporado al mercado laboral.

Sin embargo, aludió a ese 53% de mujeres gitanas que no pueden trabajar. "Aunque se han derribado muchas barreras", dijo, "aún queda un largo camino que recorrer. La proporción de mujeres gitanas que no trabajan por obligaciones familiares es mayor de la del conjunto de las mujeres españolas, situada en más del 32%".

A este dato hay que añadir, según Dancausa, que cerca del 94% de las mujeres contratadas a tiempo parcial no pueden acceder a una jornada laboral completa por las obligaciones familiares. A su juicio, estos dos datos reflejan la posición actual de las mujeres gitanas frente al mercado laboral, impidiéndoles acceder a un empleo en igualdad de condiciones.

Además, dijo que estas responsabilidades familiares y domésticas impiden también que reciban formación, lo que provoca también niveles más bajos de empleabilidad por falta de experiencia, referencias de otros empleos o formación básica; a lo que hay que sumar en muchas ocasiones la resistencia familiar a que trabajen.

Frente a todo ello, Dancausa destacó las cualidades de la mujer gitana, como "la elevada capacidad para resolver conflictos y asumir responsabilidades, acostumbradas como están a hacerlo desde muy jóvenes". Agregó que "su colaboración en los ingresos familiares es una pieza fundamental en la economía familiar y además, desde hace unos años, están apostando fuertemente por la educación y la formación".

Dancausa hizo hincapié en que la jornada celebrada hoy en la sede de la Concejalía de Economía y Empleo "sirva de reconocimiento y apoyo a todas esas mujeres que cada día se enfrentan sin miedo a la doble dificultad que supone su condición de mujeres y su pertenencia a una minoría étnica que condiciona aún más su integración en el mercado de trabajo".