Este balance resulta de unos ingresos no financieros hasta marzo de 31.772 millones de euros, frente a unos empleos no financieros que ascendieron a 40.680 millones en el mismo periodo de 2009, según explicó el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.

En una rueda de prensa convocada para informar de los últimos datos de ejecución presupuestaria, correspondientes al primer trimestre de 2010, Ocaña indicó que, del citado déficit, tres décimas se deben a factores coyunturales como los anticipos a las comunidades autónomas (que suponen un importe de 2.352 millones, que el año pasado no se desembolsaron hasta finales de año) y las transferencias a los servicios de empleo (4.110 millones que el año pasado fueron 2.104 millones).

Además, señaló que la recaudación impositiva creció durante el primer trimestre un 0,8% en relación al mismo periodo de 2009, lo que supone la primera subida tras dos años de tasas de evolución negativas.

El principal factor que explica este repunte es la recaudación por IVA, que presentó un perfil más dinámico con un crecimiento del 2,2% respecto del ejercicio precedente y se elevó a 14.584 millones de euros. Hasta marzo, este impuesto había presentado tasas negativas durante los 27 meses anteriores. Ocaña consideró que este cambio de tendencia refleja la activación del mercado tanto nacional como internacionalmente.

Además, según el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, estos datos “confirman las previsiones” que marcan tanto los Presupuestos Generales del Estado como el programa de estabilidad y crecimiento. A su juicio, demuestran que “estamos trabajando con previsiones realistas” y permiten “confiar en que al final de año los resultados sean los que anticipamos”.

“Todavía tenemos déficit, pero hemos mejorado de manera clara con respecto a hace un año”, sostuvo Ocaña. A pesar de que aún es “pronto para extraer conclusiones”, estos datos “apuntan a una estabilización de nuestra economía y a que los efectos de las medidas de consolidación fiscal –como la retirada de la deducción de los 400 euros y la subida de los impuestos especiales- se empieza a notar”, dijo.

Asimismo, el Estado cerró el primer trimestre con una necesidad de endeudamiento de 10.015 millones de euros, un 65,1% menos que los 28.694 millones reconocidos en marzo de 2009 debido, sobre todo, a que el Fondo de Adquisición de Activos Financieros no ha necesitado realizar más operaciones.

En cuanto al capítulo de los sueldos y salarios de los empleados públicos, creció un 3,3%. Algo que, según Ocaña, es “coherente” con la “austeridad” y el recorte de plazas públicas previsto para este año, debido a la “inercia” del sistema, en el que las decisiones “tardan en materializarse”. “Desde que se aprueba esa oferta hasta la incorporación efectiva del funcionario, pasa más de un año. Estos gastos son el resultado de decisiones de hace dos años. Por lo tanto, no tiene nada de sorprendente” Así, el efecto de las restricciones de oferta de empleo público “se verá el año que viene”.