Entre 1.500 y 2.000 británicos afectados por problemas respiratorios, oculares y erupciones cutáneas provocadas por dimetilfumarato (DMF), una sustancia utilizada para proteger los sofás contra el moho durante su transporte desde China, percibirán compensaciones de entre 1.354 y 10.370 euros en función de la gravedad de sus lesiones.

Argos, Walmsley y Homebase, tres de los distribuidores de los sofás en el Reino Unido, han reconocido su responsabilidad en el caso y han llegado a un acuerdo extrajudicial, por el que indemnizarán con más de 23 millones de euros a sus clientes.

Sin embargo, el proceso legal continúa en otros 3.000 casos de mayor gravedad, en los que existe disputa sobre la responsabilidad.

El uso de DMF está prohibido en la Unión Europea, desde que consumidores de 5 países europeos sufrieran quemaduras y problemas respiratorios como consecuencia de su uso en numerosos productos de piel de importación.

Se calcula que en el Reino Unido se habrían vendido en torno a 100.000 sofás de piel en los que se habría utilizado DMF como protección contra el moho, sin embargo, las autoridades de comercio no han ordenado la retirada de los mismos.