Según informa Iberdrola, estas empresas han acogido con satisfacción la ratificación del acuerdo de París y su entrada en vigor antes del COP22 ya que esto pone de relieve el liderazgo de la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, estas empresas creen que la UE deberá convertir sus compromisos a largo plazo con el clima (80-95% de reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050) en medidas concretas, con el fin de alinearse con los objetivos acordados en París.

De hecho, consideran que la reforma propuesta por la Comisión Europea, aunque se ha acogido con satisfacción, no será suficiente para cumplir con la ambiciosa agenda de rebajas de emisiones de carbono de Europa y para asegurar el cambio hacia tecnologías con bajas emisiones de carbono.

En concreto, consideran necesario crear en la Unión Europea un régimen de comercio de derechos de emisión (EU ETS) eficaz para hacer posible la transición energética de modo rentable y, al mismo tiempo, enviar al sector privado un mensaje claro y enérgico sobre el precio, para que así se invierta en tecnologías con bajas emisiones de carbono y libres de carbono.