Durante su intervención en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, Báñez aclaró que esta medida "no tiene por qué ser un cambio en la naturaleza jurídica de las prestaciones de viudedad, orfandad y de favor familiar", las llamadas pensiones de muerte y supervivencia, pues "no tiene nada que ver una cosa con la otra".

Además, defendió el factor de sostenibilidad aprobado en la reforma de pensiones de 2013 y aclaró, ante las dudas de algunos grupos parlamentarios, que "no implica pensiones menores, lo que hace es modular el crecimiento" de estas.

La ministra también manifestó la intención de que el régimen de los autónomos sea "autofinanciable", ya que aporta más de 7.000 millones de euros de déficit al sistema en términos anuales y "es necesario fomentar la mejora de la contributividad" de este régimen.

Además, puso en valor el beneficio de las bonificaciones y reducciones llevadas a cabo por parte del Gobierno en la legislatura de 2011 y destacó que mientras que en 2011 se dedicaron a bonificaciones y reducciones 3.204 millones de euros se perdieron 225.000 afiliados, y en 2015 dedicando 3.371 millones se crearon 500.000 puestos de trabajo.

“Ahí cumplíamos con una recomendación del Pacto de Toledo” de dedicar bonificaciones y reducciones a colectivos en los que se debía incidir en su contratación, aclaró Báñez.

De nuevo, en el turno de réplica, la ministra insistió en que el Pacto de Toledo es "la comisión del consenso" y "supone trabajar por el acuerdo para el mantenimiento del principal pilar que hoy tiene la sociedad española", que son las pensiones.

"Desde el diálogo vamos a dar tranquilidad y confianza y si quieren también, optimismo" a los pensionistas, aseguró.