El presidente de CECU, Fernando Móner, explicó este proyecto en la Representación de la Comisión Europea en España en un acto acompañado por la vicepresidenta de la Unión Democrática de Pensionistas, Paca Tricio, y la directora ejecutiva de la Agencia Estatal de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, Teresa Robledo.

Los pictogramas de peligro han pasado de ocho a nueve y mientras los antiguos eran cuadrados con fondo naranja, los nuevos tienen forma de diamante rojo con fondo blanco y se mantiene el símbolo en color negro. Hasta el 1 de junio de 2017 no será obligatorio que los amoniacos, detergentes o insecticidas, entre otros productos, que estén en el mercado incluyan el nuevo modelo de advertencia.

“Los beneficiarios de este proyecto son casi 50 millones de españoles”, señaló Móner, quien explicó que su objetivo es “difundir, formar e informar a los consumidores sobre estos cambios”, porque “tanto encuestas de Eurostat como encuestas de CECU señalaron que el conocimiento por parte de la ciudadanía de los pictogramas de seguridad era bastante bajo”.

Asimismo, aunque señaló que el proyecto está dirigido a todas las personas, sea cual sea su edad, hizo hincapié en que “nos preocupaba muchísimo el desconocimiento importante que había en los sectores de personas mayores y de los niños”.

El proyecto cuenta también con la elaboración de un video de sensibilización en el que se muestra el significado de los pictogramas, que se dividen en peligros para salud, peligros físicos y químicos y, por último, peligro para el medio ambiente, y se advierte de que “dos minutos de lectura pueden evitar un accidente o lesiones graves”.

“SE CONOCEN POCO”

Por su parte, Tricio reconoció que es verdad que estos pictogramas “se conocen poco en la sociedad y cuando se ven, no se sabe exactamente a qué se refieren”, por lo que consideró necesaria la colaboración ciudadana, para que se sepa correctamente el significado que cada uno.

Robledo indicó que esta iniciativa “excelente” de CECU se perderá “si esto no se difunde lo suficiente y no llega al consumidor final, que es el objetivo”.

Por último, Móner detalló que “durante el año 2014 llegaron alrededor de 100.000 llamadas al Servicio de Información Toxicológica, de las cuales más de 75.000 estuvieron relacionadas con la exposición a algún producto químico potencialmente tóxico”, por lo cual, “hay que extremar las medidas”, porque “todos sabemos que los productos de limpieza en la mayoría de casas están debajo del fregadero al alcance de los niños”.