Según se expuso en el juicio, la fotografía estaba acompañada de los textos "La lucha no se detiene ¡Vivan los soldados vascos!" y "Diste la vida luchando por Euskal Herria, tu lucha es un ejemplo para el pueblo". Por estos hechos la Fiscalía pedía una condena de un año y medio de cárcel.

En su sentencia, los magistrados de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal consideran que lo sucedido constituyen sin duda un delito de enaltecimiento del terrorismo, si bien de la prueba practicada no se puede concluir que el acusado colocara o ayudara a otros a colocar la pancarta, la placa y una bandera que fueron retiradas por agentes de la Ertzaintza el 25 de octubre de 2015.

La Sala contrapone la versión "no irrazonable" del acusado, corroborada por dos testigos, sobre la aparición de sus huellas en la cinta adhesiva que estaba pegada a la placa, con la acusación del fiscal, unida a sus antecedentes por terrorismo en Francia, y concluye que todo ello "crea dudas a éste tribunal" de que el acusado colocara o ayudara a colocar los mencionados objetos, por lo que en aplicación del principio de 'in dubio pro reo' acuerda su absolución.