Según explicó Facua, los riesgos se deben, en unos casos, a la facilidad con la que pueden romperse o desprenderse su recubrimiento plateado, generando piezas pequeñas y bordes cortantes.

También hay cadenas cuyos orificios tienen dimensiones inadecuadas, pudiendo quedar atrapados los dedos de los niños. Asimismo, hay productos cuyos orificios de ventilación no son adecuados.

Las cadenas portachupetes han sido incluidas en la red de alerta de productos no alimentarios peligrosos, que coordina el Instituto Nacional del Consumo (INC) del Ministerio de Sanidad y Política Social.

De las notificaciones de riesgos en los productos, 14 han sido realizadas por las autoridades de Consumo autonómicas de Galicia, cuatro por las de Andalucía y una por las de Castilla y León.

Facua reclama que las asociaciones de consumidores formen parte de la red de alerta, para que cuenten con la información sobre los productos peligrosos detectados en el mercado al mismo tiempo que las administraciones públicas y puedan darla a conocer a los usuarios.

Los consumidores que hayan adquirido estos productos deben devolverlos a los establecimientos y exigir su dinero ante el riesgo que implican para su seguridad.

En este sentido, FACUA pide a los consumidores que localicen o hayan comprado recientemente estas cadenas portachupetes que lo pongan en conocimiento de la asociación.