Así se recoge en su declaración provisional sobre el estado del clima mundial en 2016, presentado hoy por el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en la Cumbre del Clima de Marrakech (Marruecos).

La declaración provisional de 2016, cuya versión final se publicará a comienzos de 2017, indica que las temperaturas globales registradas de enero a septiembre fueron 0,88ºC superiores a la media del periodo comprendido entre 1961 y 1990, que la OMM utiliza como periodo de referencia.

Los termómetros alcanzaron su nivel máximo en los primeros meses del año debido al intenso episodio climático de ‘El Niño’. Según los datos preliminares de la OMM correspondientes a octubre, las temperaturas se encuentran en un nivel lo suficientemente elevado en 2016 como para que constituya el año más cálido jamás registrado, lo cual significa que 16 de los 17 años más cálidos de que se tiene constancia corresponden al siglo XXI (1998 fue el otro).

La OMM recalcó que los indicadores del cambio climático a largo plazo también baten récords porque las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero en la atmósfera continúan aumentando y alcanzan niveles sin precedentes; el hielo marino del Ártico permaneció en niveles muy bajos, sobre todo durante los primeros meses del año y el periodo de recongelación en octubre; se observó un nivel de deshielo importante y especialmente precoz en la capa de hielo de Groenlandia, y aumentó el calor oceánico debido al episodio de ‘El Niño’, lo que contribuyó a la decoloración de los arrecifes de coral y a la subida del nivel del mar por encima de lo normal.

“UN NUEVO AÑO, UN NUEVO RÉCORD”

Hasta la fecha, el fenómeno más mortífero de 2016 ha sido el huracán ‘Matthew’, que provocó la emergencia humanitaria más grave de Haití desde el terremoto de 2010. La OMM apuntó los fenómenos meteorológicos extremos de este año han causado “pérdidas socioeconómicas considerables en todas las regiones del mundo”.

“Un nuevo año, un nuevo récord. Se prevé que en 2016 se superarán las altas temperaturas registradas en 2015”, afirmó Taalas, quien añadió: “El calor adicional procedente del intenso episodio de ‘El Niño’ ha desaparecido, pero el calor que se desprende del calentamiento global continuará”.

Taalas comentó que las temperaturas en zonas árticas de Rusia fueron entre 6 y 7ºC superiores a la media a largo plazo y que en muchas otras regiones árticas y subárticas de Rusia, Alaska y el noroeste de Canadá se superó el promedio en al menos 3ºC. “Antes medíamos la temperaturas récord en fracciones de grado”, advirtió.

Subrayó que, “debido al cambio climático, ha aumentado la incidencia y los efectos de los fenómenos extremos”. “Las inundaciones y las olas de calor que solo sucedían una vez en una generación son cada vez más frecuentes. El aumento del nivel del mar ha incrementado la exposición a las tormentas de tempestad relacionadas con los ciclones tropicales”, señaló.

Taalas consideró “sumamente necesario” que los países fortalezcan su capacidad para prestar servicios climáticos y de alertas tempranas en caso de desastre, especialmente en las naciones en desarrollo. “Ésa es una forma poderosa de adaptarse al cambio climático”, apostiló.

ASPECTOS DESTACADOS

La declaración provisional de la OMM indica que este año hubo anomalías térmicas mensuales sin precedentes de +1,12ºC en febrero y de +1,09ºC en marzo, y que las temperaturas superarion a la media del periodo entre 1961 y 1990 en todas las zonas terrestres salvo en una región subtropical de América del Sur (el norte y el centro de Argentina, algunas zonas de Paraguay y las tierras bajas de Bolivia).

En cuanto a los océanos, sus temperaturas superficiales rebasaron la media en la mayoría de las zonas, lo que contribuyó a una considerable decoloración de los arrecifes de coral e importantes perturbaciones de los ecosistemas marinos en algunas aguas tropicales, como la Gran Barrera de Arrecifes en la costa oriental de Australia, y en países insulares del Pacífico, como Fiji y Kiribati. En algunas partes de la Gran Barrera de Arrecifes hubo un nivel de mortalidad de los corales de hasta el 50%.

El nivel del mar a escala mundial aumentó aproximadamente 15 milímetros entre noviembre de 2014 y febrero de 2016 por ‘El Niño’, muy por encima de la tendencia de 3 a 3,5 milímetros por año observada después de 1993. Los valores de comienzos de 2016 alcanzaron nuevos niveles máximos sin precedentes y, desde febrero, el nivel del mar ha permanecido prácticamente estable.

Por otro lado, este año se han batido nuevos récords de concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera después de que en 2015 se superaran por primera vez las 400 partes por millón (ppm). En cabo Grim (Australia), el promedio de los niveles de CO2 de agosto alcanzó las 401,42 ppm, en comparación con las 398,13 del mismo mes del año pasado. En Mauna Loa (Hawái), llegaron a 402,07 ppm el pasado 23 de octubre, en comparación con las 398,50 de la misma fecha en 2015, mientras que el valor de mayo de 2016 de 407,7 ppm constituyó el nivel mensual más elevado jamás registrado.

Respecto a la extensión de los hielos marinos árticos, fue muy inferior a la media a lo largo del año. El nivel mínimo estacional de septiembre alcanzó los 4,14 millones de kilómetros cuadrados, es decir, la segunda superficie más baja (junto con la de 2007) jamás registrada después de 2012. Y el nivel máximo invernal en marzo fue el más bajo del que se tenga constancia.

Después de varios años de valores muy superiores a la media, la extensión de los hielos marinos de la Antártida disminuyó hasta alcanzar niveles casi normales a comienzos de 2016 y llegó al nivel máximo estacional casi un mes antes de lo habitual.

El deshielo estival de la capa de hielo de Groenlandia fue muy superior a la media del período de 1990-2013 y se registró una mayor intensidad de deshielo en julio, aunque menor que la del año récord de deshielo de 2012.

FENÓMENOS INTENSOS

Por otra parte, la OMM indica que muchos fenómenos meteorológicos tuvieron este año una gran repercusión. El más importante en cuanto al número de víctimas fue el huracán ‘Matthew’ en octubre, con 546 muertes confirmadas y 438 heridos.

Otros desastres importantes fueron el tifón ‘Lionrock’,que causó inundaciones destructivas y numerosas víctimas en Corea del Sur; el ciclón ‘Winston’, el más devastador jamás registrado en Fiji; las crecidas estivales en la cuenca del Yangtze (China), las más importantes desde 1999; las inundaciones y los deslizamientos de tierra en Sri Lanka a mediados de mayo, y las inundaciones en la cuenca del río Níger.

Este año se produjeron varias olas de calor intensas, con 42,7ºC en Pretoria (Sudáfrica) en enero; 44,6ºC en Taliandia en abril; 51,0ºC en Phalodi (India) en mayo, y 54,0ºC en Mitribah (Kuwait) en julio. Además, en mayo se desencadenó el incendio forestal más devastador de la historia de Canadá en la ciudad de Fort McMurray (con 590.000 hectáreas arrasadas) y varias regiones del mundo se vieron afectadas por sequías graves, la mayoría de ellas relacionadas con ‘El Niño’.