En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes, De la Vega recordó que el Ejecutivo, por "principio general", es "partidario de respetar los usos y costumbres religiosos y culturales", siempre y cuando no atenten contra los derechos fundamentales ni sean contrarios a la seguridad.

En su opinión, y desde "un punto de vista social", la vicepresidenta dijo que "el uso de símbolos religiosos no constituye ningún problema social en nuestro país".

"Estamos ante un problema puntual que debemos resolver desde posiciones conciliadoras, evitando la tentación de crear un problema donde no lo hay, y lo tenemos que resolver con sentido común, con diálogo, porque no se está planteando ningún problema de convivencia ni de otra índole social", añadió.

Finalmente, indicó que "no es lo mismo la aconfesionalidad en las instituciones públicas que los derechos individuales que, si se ejercen con respeto, hay que garantizarlos".