En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, evitó pronunciarse directamente sobre las críticas vertidas por el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, contra los magistrados conservadores del Constitucional.

Todos ellos, reiteró, “gozan de la legitimidad” que les da la Constitución y la ley para “continuar trabajando” en la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña, y la obligación de los dirigentes políticos es “respetar a todos” los magistrados y también sus tiempos aunque “se puedan hacer muy largos”.

“Claro que somos partidarios de la renovación”, proclamó la vicepresidenta, “tanto, que la pusimos en marcha” pero el procedimiento se bloqueo porque el PP “desvirtuó” el procedimiento proponiendo a los mismos candidatos en varias comunidades autónomas.

Abogó por ello por “recuperar el consenso” a partir de las normas vigentes y desde la lealtad institucional, y alertó de que quien no lo haga así “está siendo cuando menos irresponsable”, o responsable de que la renovación no pueda materializarse.

Fernández de la Vega insistió en que el Gobierno “siempre impulsa el consenso”, pero no precisó si baraja alguna iniciativa concreta para recuperar el proceso de renovación de los magistrados.

El hecho de que el presidente de la Generalitat quiera ver a Mariano Rajoy para hablar sobre este asunto es algo “positivo” para el Gobierno por mera salud institucional, y sólo espera que ese diálogo sea “fructífero”.

Sin embargo, aseguró que el presidente del Gobierno no tiene previsto convocar a Montilla sobre este asunto porque “lo tenemos hablado” y cada cual tiene clara la posición del otro. En el caso del Ejecutivo, “queremos la renovación” pero requiere mayoría de dos tercios y por tanto es imposible sin el concurso del PP.