La doctora Bibiana Pérez, de la AEDV, explicó que “el uso de maquillajes que no respondan a los estándares de calidad pueden producir dermatitis, irritativas o alérgicas y reacciones acneiformes. Además, si la persona tiene alergia a algún componente, sobre todo algún pigmento, podría desencadenarse una reacción cutánea más extensa, no sólo en la zona donde se aplicó el maquillaje".

La AEDV aconseja que "es fundamental elegir bien el maquillaje que vas a aplicarte, cerciorándote de que utilizas productos debidamente controlados y, a ser posible, que incluyan especificaciones como 'hipoalergénicos' o 'testados dermatológicamente'. Si tienes una piel muy sensible, prueba el maquillaje en la piel del antebrazo durante varios días y comprueba que no la irrita".

Asimismo, "las personas que padecen acné o tienen una piel muy grasa, deberían evitar los maquillajes oclusivos, que podrían ocasionar un empeoramiento, es decir, hay que evitar aquellos que sean muy cubrientes".

Además, "conviene preparar bien la piel antes de aplicarse el maquillaje, con una buena limpieza y aplicando crema hidratante. Después, retirarlo cuidadosamente, con desmaquillantes específicos y aguas micelares".