Según informa la Asociación El Defensor del Paciente, J.N.T. acudió a su médico de atención primaria en enero de 2001 por presentar un bulto del tamaño de una lenteja en la mama derecha, siendo diagnosticado tras hacerle varias pruebas de ginecomastia unilateral (volumen excesivo de las mamas en el hombre) sin evidencia de malignidad.

En abril de 2002, al aumentar la ginecomastia a cuatro centímetros, acudió al Hospital Puerta de Hierro y fue remitido al servicio de Cirugía Plástica, donde tras hacerle una biopsia fue diagnosticado de carcinoma de alto grado.

Por ello, se le realizó una mastectomía con vaciamiento axilar en junio de ese mismo año, pero posteriormente se descubrió que padecía metástasis. Desde ese momento, el paciente fue tratado por el Servicio de Oncología del Hospital Puerta de Hierro según las pautas establecidas para su caso, falleciendo finalmente el 22 de diciembre de 2006.

La sentencia considera que desde enero de 2001 hasta junio de 2002, transcurrió aproximadamente un año y medio en el que el bulto ubicado en la mama derecha del paciente fue aumentando paulatinamente.

Un incremento de tamaño, añade, del que la sanidad pública tuvo noticia puntual, pues el hombre acudió repetidamente a los médicos, poniendo en su conocimiento tal hecho sin que éstos ordenaran la práctica de pruebas diferenciales.

Según el fallo judicial, dichas pruebas estaban más que indicadas, dado que el tratamiento pautado por el servicio de Endocrinología no producía una disminución del bulto ni de sus molestias, sino que, por el contrario, se detectaba a simple vista un aumento de su tamaño a gran velocidad, así como de las consiguientes molestias.