Crespo reconoció a la fiscal Concepción Sabadell ser el propietario de un cuaderno en el que hacía anotaciones manuscritas de las instrucciones que recibía de Correa.

"Eran notas que el señor Correa, que no escribía nada nunca, me decía para trasladárselas a quien fuera. El señor Correa tiene una memoria privilegiada, y yo todo lo contrario, tengo una memoria malísima, por eso apunto todo", dijo Crespo al afirmar que todas las órdenes que recibía de viva voz las anotaba en ese cuaderno.

En todo caso, aseguró este lunes en su declaración ante el tribunal que le juzga que nunca manejó la caja `B´ del grupo Correa porque “no tenía ni poder, ni disposición, ni poder de disposición" para ello.

Crespo eximió de toda responsabilidad sobre el supuesto uso de fondos opacos al contable de la red, José Luis Izquierdo, al que describió como un mero “administrativo” sin “estudios de contabilidad” que se limitaba a llevar “las cuestiones personales de Correa pero como Correa le decía; era un puro amanuense informático”.

El acusado sí reconoció que el entramado de empresas manejaba dinero en efectivo, que siempre “procedía de bancos”, para el pago en efectivo de proveedores y servicios subcontratados para la organización de eventos.

“No me consta que llegara dinero en efectivo desde otras vías”, respondió a la fiscal, que le interrogó por las supuestas entradas de dinero en efectivo procedente de mordidas.

Crespo negó haber cometido los delitos que le atribuye la Fiscalía, por los que se le solicitan 85 años de prisión. La fiscal, Concepción Sabadell, le preguntó al inicio del interrogatorio si reconoce los hechos que se le imputan. “No, en absoluto”, respondió.