Unas 584.000 personas sufren de alguna forma la violencia de ETA
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Unas 584.000 personas sufren de alguna forma la violencia de ETA, según los cálculos realizados por Mikel Buesa, responsable de la Cátedra de Economía del Terrorismo de la Universidad Complutense de Madrid y ex presidente del Foro Ermua.
Buesa aportó este dato este miércoles en Madrid, durante la presentación de un libro póstumo del jesuita y criminólogo vasco Antonio Beristain, fallecido recientemente y que se significó por su apoyo a las víctimas de ETA.
A la presentación de la obra –titulada “La dignidad de las macrovíctimas transforma la justicia y la convivencia”- asistieron también el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, y el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, el magistrado Javier Gómez Bermúdez.
Durante su intervención en el acto, Buesa se refirió a que entre los familiares directos de asesinados por ETA, amenazados y los “exiliados” pueden contabilizarse unas 584.000 personas, que son las que de forma más o menos directa sufren la violencia de la banda criminal.
Sobre Antonio Beristain, Buesa destacó su “ejemplo de resistencia civil” en el País Vasco y su “empatía” hacia las víctimas del terrorismo. A su juicio, el que personas como este jesuita transmitieran este acercamiento a las víctimas ha dado lugar a que la sociedad española haga suyas reivindicaciones como prohibir los homenajes a etarras o que se cumplan penas de 40 años de cárcel.
Por su parte, Bermúdez incidió en que el trabajo de Beristain ha servido para transmitir que el afectado del terrorismo “no es una víctima cualquiera”, sino “la peor” de todas ellas, puesto que el terrorista la elige para conseguir unos objetivos políticos determinados.
El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional añadió que Beristain “no fue un hombre neutral”, sino que se decantó por las víctimas del terrorismo. Según Bermúdez, este planteamiento es lógico, puesto que no puede haber “equidistancia" entre el bien y el mal.
A su vez, Enrique Múgica señaló que el jesuita fallecido fue un “ejemplar irrepetible”. Asimismo, el Defensor del Pueblo se refirió a que los “nuevos vientos” que corren en el País Vasco no pueden llevar a que las víctimas se iguales con los “asesinos”, ya que las primeras tienen una superioridad moral que debe reconocerse.
(SERVIMEDIA)
21 Abr 2010
NBC/lmb