En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, subrayó que ETA “ha acabado” y esa agresión es condenable como lo es cualquier otra agresión a cualquier persona, también si se trata de agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Preguntado por si defiende la salida de esos agentes del País Vasco y Navarra, Garzón respondió que cualquier reordenación del modelo actual requiere un debate. En su opinión, la Guardia Civil hace un trabajo “muy bueno en general en todo el Estado” y más allá de “casos particulares” en los que sus miembros “se saltan la ley”, no cree que se pueda “poner en duda” su labor. Sin embargo, en el marco de la construcción de un modelo de Estado diferente se podría plantear “racionalizar y optimizar” los recursos y los efectivos para evitar duplicidades y para garantizar que todos los agentes trabajan “en buenas condiciones y con dignidad”, algo que ahora, subrayó, debido a ciertas medidas del Gobierno, se está incumpliendo.

Garzón reconoció su opinión de que la Guardia Civil es un cuerpo “visto hostilmente” por determinados colectivos que sufrieron la represión durante la dictadura y los primeros años de democracia, y eso es algo que está “en la memoria colectiva” y que requiere medidas para llegar a un modelo de “convivencia justa y digna para todos”.