Este incremento se basa en la mejora de las valoraciones de los activos de renta variable y de los nuevos flujos de ahorro.

Del total de ahorro financiero de las familias, el 42,2% corresponde a depósitos bancarios, el 8,7% a seguros, el 8,5% a fondos y sociedades de inversión y el 6,4% al materializado en fondos de pensiones.

Por su parte, el activo financiero neto de las familias (activos menos pasivos) se situó en los 800.000 millones de euros, donde gran parte del pasivo financiero sigue financiando la compra de activos inmobiliarios.

Por su parte, el volumen de pasivos de las familias ha disminuido en 2009 por primera vez en la serie histórica, que comienza en 1980.