En una pregunta en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Díez comenzó admitiendo que la corrupción política es "una conducta individual" y "no puede ser erradicada por decreto", pero precisó que sí debe ser "prevenida y penalizada", porque los políticos corruptos defraudan a la sociedad y desprestigian la política. Por eso, ve "particularmente grave" que los políticos "se limiten a deplorar los casos descubiertos".

En opinión de esta diputada, los 800 cargos públicos encausados por corrupción demuestran que España está "muy lejos de haber hecho todo lo posible para combatirla". Sin embargo, De le Vega le enumeró diversas medidas tomadas por el Gobierno en este sentido, así como la próxima ley de gobierno y financiación local que tiene previsto aprobar.

En su réplica, Díez trató de contradecirla reprochándola el rechazo de los dos grandes partidos a las enmiendas propuestas por UPyD para aplicar el delito de corrupción privada a las empresas y a los funcionarios que reciban regalos, así como suspender cautelarmente a los empleados públicos imputados por estos delitos. "No busque coartadas, su complacencia es una carga de profundidad contra las instituciones", le espetó.

La vicepresidenta insistió en que el Gobierno ha "acreditado" su voluntad de luchar contra la corrupción, a la que definió como una "lacra que hemos de erradicar entre todos". Por lo que al Ejecutivo concierne, expresó su "condena y rechazo frontal" y su voluntad de extirparla "de raíz a la luz pública" con nuevas medidas. "Vamos a ser inflexibles", se comprometió.