Pese a esta victoria parlamentaria con ambos decretos, que obtuvieron 334 votos a favor y 4 abstenciones el primero, y 335 a favor y 5 abstenciones el segundo -votando a favor en ambos casos incluso el PP-, todos los portavoces de la oposición criticaron las medidas, aunque sus formaciones se decantaron por aprobarlas o por abstenerse.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, que defendió estos decretos en el Pleno del Congreso de los Diputados, explicó que en este momento se constatan "algunos síntomas de mejora".

Para Salgado, las medidas que se han adoptado se han tomado en un "momento crucial" y con la percepción de que "pueden condicionar el desarrollo de nuestras economías".

En este sentido, admitió que el "ambicioso" impulso fiscal que ha querido dar el Gobierno para sostener la economía "ha supuesto un fuerte incremento del déficit público".

A juicio de la vicepresidenta segunda, la recesión ha tenido también efectos que permitirán reequilibrar el patrón de crecimiento, gracias a la reducción de los excesos del pasado.

Se trata de "importantes medidas", según la titular de Economía, "que van a contribuir a crear empleo. "Vamos a poner ese esfuerzo de diálogo, de acuerdo, de unidad y es la mejor garantía para seguir construyendo, entre todos, un país mejor".

"HAN PARIDO UN RATONCITO"

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, afirmó que se trata de un conjunto de medidas de política económica "de simple picoteo" y "buscan el espectáculo en lugar de gobernar".

"Lo que nos trae aquí son los restos del naufragio del Pacto de Zurbano, lo que muestra que se trató de una ocurrencia más del presidente del Gobierno", aseveró Montoro.

El portavoz de ERC, Joan Ridao, dijo que "estábamos comprometidos" a salir de la crisis, pero "no han querido un acuerdo, sino una foto", si bien reconoció que se trata de "medidas oportunas pero insuficientes".

"Querían parir un elefante pero han parido un ratoncito", puntualizó el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados.

En esta línea coincidió Pedro Azpiazu (PNV), que dio el sí a las medidas del Gobierno. "Se trata de una terapia que no cura pero que tampoco está contraindicada", dijo Azpiazu, tras señalar que la ministra Salgado ha trabajado "intensamente" para buscar un acuerdo.

Desde UPyD, Rosa Díez también recurrió al símil médico y afirmó que apoyará las medidas, aunque advirtió de que el Gobierno "quiere darnos aspirinas para cuidar una rotura de cadera".

Finalmente, Joan Herrera (ICV) denunció que "nos llamaron para hacer un gran pacto y nos encontramos con un decreto cargado de resignación". "El país tiene una neumonía y nos proponen crema hidratante", sentenció.