Según recuerda Greenpeace, la protesta "pacífica" que realizaron cuatro activistas (entre los que se encuentra su director español, Juan López de Uralde) "sigue su proceso judicial".

"Los participantes en esta acción, en la que pidieron que los políticos actuaran contra el cambio climático, se enfrentan a cargos que podrían conllevar penas de cárcel", avisa la organización. López de Uralde y sus tres compañeros "ya pasaron 20 días en la cárcel durante las navidades como presos del clima".

Por esta razón, y para evitar "represalias policiales y judiciales injustificadas", Greenpeace ha puesto en marcha una campaña en Internet con la que intentará recabar apoyos para pedir al embajador danés en España "que interceda para que los cargos que se deriven del proceso judicial sean los menos posibles".

"El activismo se está convirtiendo en los últimos tiempos en un delito, en vez de en una forma de ejercer la democracia y alzar la voz ante las desigualdades y las injusticias", concluye la organización.