El 70% de los alimentos que se consumen en España son procesados

- Según un informe de VSF Justicia Alimentaria Global

MADRID
SERVIMEDIA

El 70% de los alimentos que se consumen en España son procesados y ultraprocesados con ingredientes que se relacionan con enfermedades cardiovasculares, según el informe ‘Dame Veneno. Viaje al centro de la alimentación insana’, dado a conocer este viernes por VSF Justicia Alimentaria Global.

Según este estudio, una de las consecuencias más graves de la mala alimentación es la obesidad. En España, dos tercios de la población adulta padece exceso de peso (39% sobrepeso y 23% obesidad) y un tercio de la población infantil (20% sobrepeso y 10% obesidad).

Durante la presentación de este informe, Ana Echenique, de Cecu, afirmó en su intervención que “lo más peligroso son los componentes críticos ocultos, que no pueden evitarse porque el consumidor no es consciente de su presencia. La lucha del etiquetado es interminable”.

Otro de los datos preocupantes lo expuso Miguel Ángel Royo, representante de Sespas, quien explicó que “el 71% de los padres tienen una percepción errónea del peso de sus hijos, lo que se denomina naturalización de la obesidad”.

Junto a Sespas y Cecu, otras organizaciones como Ceapa, Coag, Medicus Mundi, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y VSF han formado la Alianza por una Alimentación Saludable para sensibilizar sobre la comida que nos enferma.

En el estudio, que contó con el respaldo del Ayuntamiento de Madrid, también se puso de manifiesto una importante desigualdad de clase y género. A este respecto, Ferrán García, investigador de VSF y autor del informe, aseguró que “la mala alimentación se concentra en las familias de menos recursos y en las mujeres. Así, "la zona cero de la mala alimentación son las mujeres de las clases populares. Y esto porque debido al funcionamiento de la industria, los alimentos insanos son más baratos y accesibles”.

Este problema lo atribuye Carles Miralles, de Medicus Mundi, a que “el centro de placer con la comida está deformado para los niños, que ya desde pequeños son incitados a comer azúcares. Así, entramos en la rueda de la industria agroalimentaria de la que es muy difícil escapar en la edad adulta”.

(SERVIMEDIA)
30 Sep 2016
ABG/gja