La presidenta del Congreso, Ana Pastor, explicó que el Gobierno ha trasladado que no atiende la solicitud de comparecencia porque están pendientes de que el Tribunal Constitucional resuelva el conflicto planteado por la Cámara respecto al control al Ejecutivo cuando está en funciones.

El equipo de Mariano Rajoy considera que la Cámara no puede someterle a iniciativas de control, ya que no cuenta con su confianza, al no ser ésta la que le ha elegido.

Pese a la ausencia del ministro, los portavoces de los grupos parlamentarios han tomado la palabra y la mayoría de la oposición ha criticado el plante del responsable de Economía, al que han acusado de mentir sobre la designación de Soria; y también la actitud del Gobierno por no dar explicaciones.

Según la portavoz adjunta del Grupo Socialista, Meritxell Batet, el “no debate” muestra la “concepción del poder y de la política” que tiene el PP y aseguró que De Guindos “no está aquí porque no hay manera de defender” el nombramiento Soria y las “mentiras que se utilizaron para justificarlo”.

“Lo grave es lo que se hizo y lo que no se puede explicar”, agregó Batet, para arremeter, además, contra el Gobierno en funciones por no querer someterse al control del Congreso.

"GOBIERNO FANTASMA"

Mientras, para el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el “Gobierno fantasma o ausente” no acude al pleno porque es “diferente mentir a 35 personas que a 350”.

Así, defendió que desde el Ejecutivo “mintieron diciendo que Soria era la persona idónea” para el cargo en el Banco Mundial, y preguntó si “van a cesar a alguien o va a dimitir alguien”.

Para el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, la ausencia del ministro contribuye a la “falta de credibilidad del sistema” y apuntó que se produce en el Congreso la “paradoja del vigilante que no tiene nada que vigilar”.

En este sentido, indicó que al estar el Gobierno en funciones “doblemente lo puede vigilar -el Parlamento- cuando no tiene la confianza” del mismo.

Según Joan Tardà, de ERC, consideró el plante un “desprecio a los diputados” y “secuestro a nuestra legitimidad”, para subrayar que se está “viviendo una situación de una anomalía sin precedentes”.

Desde las filas del PNV, Pedro Azpiazu reconoció que “no es normal” que De Guindos acuda al pleno semanas después de haber dado explicaciones en la Comisión de Economía, aunque agregó que “nada es normal desde que el Gobierno está en funciones”.

En todo caso, Azpiazu señaló que “Soria está políticamente inhabilitado” y que su candidatura al Banco Mundial fue una “metedura de pata” consecuencia de la “ceguera política”, para agregar que el “responsable con mayúsculas” es Rajoy.

Dentro del Grupo Mixto, Francesc Homs señaló que era Rajoy quien tenía que haber dado explicaciones sobre el “premio” de cargo en el Banco Mundial a un ministro que dimite, y Oscar Matute (EH Bildu) denunció la “alergia o aversión a la democracia” del Gobierno. “¿Vamos a permitir esta burla? Reaccionemos, Cristo, reaccionemos”, espetó Joan Baldoví (Compromís), mientras que Ana Oramas (Coalición Canarias) consideró que cuando el Gobierno está en funciones es cuando requiere más control y tildó de “indigno, improcedente e inadecuado” el nombramiento de Soria. Además, Pedro Quevedo (Nueva Canarias) lamentó que el Ejecutivo no se someta a los más “elementales” dictados democráticos.

APOYOS AL GOBIERNO

Pese a las críticas, dentro del Grupo Mixto también hubo apoyos para el Gobierno. Así, Íñigo Alli, diputado de UPN, dijo que la designación de Soria es un “desacierto subsanado” y que “ya no hay caso”. Por ello, pidió que se deje de “convertir el hemiciclo en su circo mediático”.

En la misma línea, Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias, defendió que un Gobierno no elegido por la Cámara “no tiene que someterse a control” y abogó por un Congreso que no sea “espacio de conflicto” y sí de “debate de los problemas” de los ciudadanos.

Por último, el popular José Antonio Bermúdez de Castro subrayó que De Guindos ya informó “con profusión” en la Comisión de Economía sobre lo que calificó de “un nombramiento que no se había producido”, por lo que consideró “forzado y exagerado” el debate del ‘caso Soria’ en pleno.

Además, dijo a los grupos que si quieren controlar al Gobierno permitan que se conforme uno liderado por el PP, como ganador de las elecciones, e hizo alusión a los problemas internos del PSOE al señalar que los populares son un partido “unido y cohesionado” en el que “no hay doble lenguaje”.

EXPLICACIONES EN COMISIÓN

En el Ejecutivo consideran que el ministro ya dio explicaciones en su comparecencia en la Comisión de Economía el pasado 13 de septiembre. De Guindos afirmó ese día que Soria era la persona “más adecuada” para ser candidato a director ejecutivo del Banco Mundial y que en la designación para este tipo de organismos internacionales no hay “intervención alguna del Gobierno” y “no se trata de nombramientos políticos”.

Según el ministro, el ‘caso Soria’ es “el relato de la no designación de un candidato que renuncia a la misma por petición del Gobierno”. “Son designaciones de naturaleza técnica” que “no requieren ser elevados al Consejo de Ministros”, señaló el titular de Economía, quien aseguró que se trata de un proceso de “concurrencia”.

DESIGNACIÓN Y RENUNCIA

España comienza ahora su turno en la silla que comparte con México, Venezuela y cinco países centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), puesto que ocupará entre el 1 de noviembre de este año y el 31 de octubre de 2018.

El pasado 2 de septiembre, tras la segunda votación fallida para investir presidente del Gobierno a Mariano Rajoy, el Ministerio de Economía anunció la decisión de la Comisión de Evaluación de candidaturas a las Instituciones Financieras Internacionales de elegir a Soria para un cargo de director ejecutivo en el Banco Mundial, pues ese día acababa el plazo para hacerlo.

La decisión de elegir a Soria generó críticas entre los grupos de la oposición y dentro de las propias filas del PP, por las dudas sobre la conveniencia de que represente a España en la institución internacional una persona que tuvo que dimitir tras aparecer en los ‘papeles de Panamá’.

Unos días después Soria renunciaba y el Ministerio designaba candidato al ex secretario de Estado de Economía Fernando Jiménez Latorre, quien salió del Ejecutivo en 2014 para ocupar un cargo en el Fondo Monetario Internacional (FMI).