Camps -que hoy se ha reunido en Murcia con Valcárcel y con representantes de regantes, agricultores y empresarios del sector- ha subrayado que a lo largo de estos últimos seis años han sido invariables en la defensa de “lo que es justo y legítimo” como es el Trasvase del Tajo-Segura, una infraestructura que da riqueza, empleo y prosperidad a toda España.

El presidente regional recalcó que se necesita una política hídrica nacional y ha insistido en que los recursos naturales “son de todos los españoles”.

“Las competencias están perfectamente delimitadas en la Constitución”, afirmó Camps, quien destacó que por lo tanto su planificación es una tarea del Estado” y no de las comunidades autónomas porque garantiza “la perdurabilidad y la tranquilidad como elementos fundamentales para la prosperidad y la generación de empleo y de riqueza”.

En este sentido, el presidente autonómico añadió que el punto de partida de esta situación la marcó Rodríguez Zapatero cuando derogó por decreto el Trasvase del Ebro, una decisión con la que no sólo “rompió una apuesta colectiva para hacer posible que el agua llegase a todos los rincones de España, desde las cuencas excedentarias con todas las garantías a las cuencas deficitarias, sino que comenzó un largo tránsito de incertidumbre y de complejidad en un discurso capital como el del agua”.

Para Camps, ya auguró que esta decisión “desgraciadamente” pondría en juego otros trasvases y propuestas en materia hídrica y en materia de solidaridad “como así se está manifestando estos últimos meses”.

Así, concluyó que el Tajo-Segura es un trasvase que lleva años en funcionamiento, que genera riqueza, tiene derechos garantizados y ha demostrado que se trata de una infraestructura de prosperidad y de empleo no sólo para Murcia y la Comunidad Valenciana, sino para toda España.