Por ello, el 60,1 de los ciudadanos cree que la gente con grandes fortunas tiene la obligación de invertir para crear riqueza y favorecer así la igualdad social. No obstante, un 30,3 por ciento defiende la opción contraria y considera que un rico puede gastarse su fortuna "en lo que le dé la gana".

En esta misma linea, un 59,6 por ciento de los españoles aboga por repartir el trabajo y el salario entre todos, frente a un 25,9 qe cree que "los que trabajan no tienen por qué repartir, ya que a ellos no les corresponde solucionar esas cosas; para esto está el subsidio de paro".

La confianza en el Estado para resolver las dificultades es bastante elevada. Un 63 por cien asegura que puede resolver todos, la mayoría o por lo menos bastante de los problemas, en tanto que un 32 por cien sólo cree que está en condiciones de solucionar algunos o ninguno.

También está muy asentada la creencia de que el bienestar de los ciudadanosdepende de la buena marcha de las empresas. Un 63,6 por cien sostiene que los que es bueno para las empresas es también bueno para el ciudadano medio, mientras que un 18 por mantiene la opinión contraria.

PROFESIONALIDAD

Destaca igualmente el elevado grado de profesionalidad declarado por los encuestados, ya que un 39,6 por ciento se identifica con la frase "siempre haré las cosas lo mejor que pueda, independientemente de lo que me paguen".

Sólo un 5,4 por cien asegura que trabaja más cuanto má le pagan. Además, son más los que indican que su principal fuente de autorrealización personal es el trabajo (un 37,7 por cien) que quienes indican que eso es algo que se logra fuera de las horas laborables.

En cuanto a los grandes cambios necesarios en el modo de vida actual, el principal, a juicio de los encuestados, es que se viva de una manera sencilla y natural. También valoran mucho el dar más importancia a la vida familiar y al desarrollo del individuo.

Finalmente, es elevada la confianzaen que los avances científicos ayudarán a la humanidad, criterio que respaldan un 52,9 por cien de los encuestados, frente a un 17,3 por cien que sostienen lo contrario, y otras opiniones más matizadas.