SOS Tendidos Eléctricos pide soluciones para impedir que cientos de miles de aves mueran electrocutadas en cables y postes

MADRID
SERVIMEDIA

Cientos de miles de aves, incluidas especies amenazadas, mueren cada año electrocutadas en cables y postes en España. En los últimos 15 años, más de 300 ejemplares de águilas han muerto de esta forma.

Por ello se ha presentado este miércoles en Madrid la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, integrada por nueve entidades relacionadas con la conservación de la naturaleza. La plataforma exige a las administraciones y a las compañías eléctricas que asuman su responsabilidad aplicando soluciones eficaces y duraderas.

En los últimos años, el trabajo de estas organizaciones ha permitido salvar de la extinción a la emblemática águila imperial ibérica, que ha perdido electrocutados 120 ejemplares en los últimos tres lustros. Otras especies, como el águila perdicera, también son víctimas de estas instalaciones.

Durante el acto, Nicolás López, responsable de especies amenazadas de SEO/BirdLife, cifró en “al menos 25.000” los apoyos en postes que resultan peligrosos para las aves que hay en todo el país “y más de 3.500 kilómetros de líneas eléctricas que habría que corregir”, lo que refleja “una situación bastante delicada” para la avifauna, pues los animales mueren colisionados o “se fríen electrocutados”. Hacer seguros esos tendidos costaría unos 300 millones de euros, según las estimaciones que la plataforma dice haber recibdo de la adminisracion central.

Otra radiografía de esta problemática natural es la procedente de los centros de recuperación de animales, donde ingresan cada año al menos 7.000 ejemplares. Esto da “la idea de la cantidad de animales” que mueren electrocutados o estrellados y no se les llega a encontrar, por resultar accidentados en lugares inaccesibles o porque otras especies se deshacen de los restos.

López, como otros responsables de la plataforma, pidió “medidas eficientes” ante la inefectividad del decreto de 2008 sobre las zonas de protección de aves. De hecho, sólo cuatro comunidades autónomas han desarrollado reglamentos y, por el contrario, regiones como Madrid o Asturias todavía no ampliaron “ningún tipo de normativa”.

AGUJERO NEGRO

Iván Rodríguez, de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma), calificó estos accidentes como “un problema gravísimo” y “uno de los grandes agujeros negros” de la fauna española. Por ello, apeló a que se produzca una movilización para combatir esa situación tanto entre las administraciones como en las eléctricas y en la ciudadanía en general.

“No puede ser que en el siglo XXI en España, el país con más biodiversidad de Europa, se esté recuperando en un hospital un águila electrocutada y saber que donde tiene el nido puede morir electrocutada cuando se recupere, si no es en esta semana, será en la siguiente”, protestó.

Así, animó a las compañías a dedicar “un pequeño porcentaje” de sus beneficios a mejorar los tendidos, y a los ciudadanos a llamar al 112 cuando localicen cualquier especie de fauna muerta.

Finalmente, José Antonio Montero, de la revista especializada ‘Quercus’, manifestó su sentimiento “de frustración” porque por propia experiencia en sus salidas al campo sigue viendo que “pasan los años y esto no se soluciona, aunque se han hecho grandes cosas”.

Como ejemplo recordó que, el principal éxito de la conservación, junto al lince ibérico, fue salvar de la extinción al águila imperial, a lo que contribuyó “en gran medida” la corrección de tendidos que se llevó a cabo en los años 90 del pasado siglo.

Sin embargo, cree que fue “un paso en falso”, porque esa especie se ha extendido y está colonizando territorios donde hay postes y cables peligrosos o los materiales con los que se arreglaron tendidos eran caducos.

Las nueve entidades que forman la nueva plataforma son Ecologistas en Acción, FCQ, SEO/BirdLife, Siece y WWF España, además de otros colectivos y profesionales, como agentes forestales y medioambientales y hospitales de animales salvajes.

(SERVIMEDIA)
14 Sep 2016
AHP/pai