En una entrevista en la Cadena Cope recogida por Servimedia, Feijóo se remitió a las palabras de ayer del ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, y explicó que en la vía principal se estaba haciendo algún ajuste, por lo que estaba previsto que el tren se desviara y en el entronque se produjo el descarrilamiento.

El presidente de la Xunta indicó que en ese punto se podía circular como máximo a 40 km/h aunque se habla de que el tren la duplicaba pero aseguró que “vamos a tener todos los datos” sobre lo sucedido y “con transparencia” porque la caja negra los ha registrado y se está revisando.

Del mismo modo, Feijóo confirmó que el tren pertenece a una serie de convoyes construidos entre 1981 y 1984, que estaba alquilado por Convoios de Portugal, y que había pasado en mayo un “control exhaustivo” y otro hace una semana, según el presidente de los ferrocarriles protugueses.

Además, recordó que entre los pasajeros viajaban varios norteamericanos, un brasileño, italianos, hispanoamericanos y también españoles y explicó que la peregrinación a Santiago de Compostela y el aeropuerto internacional de Oporto hacen que sean lugares muy turísticos.

Así, lamentó las cuatro muertes en el accidente y se refirió al joven de 23 años fallecido, quien había aprobado la prueba de maquinista de Renfe y su padre también era empleado de la compañía ferroviaria.

Respecto al parte de heridos, Feijóo informó de que en este momento “solamente hay 13 personas ingresadas” que evolucionan favorablemente y que la primera ambulancia llegó en 12 minutos y en un una hora y 45 minutos todos los heridos estaban atendidos como correspondía destacando la “lección de logística y profesionalidad” de los equipos médicos.