Más de un millón de euros de Europa para un proyecto español sobre la curación del mieloma múltiple

MADRID
SERVIMEDIA

Científicos de la Universidad de Navarra han comenzado a trabajar en un ambicioso estudio encaminado a la curación del mieloma múltiple que ha recibido más de un millón de euros del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés).

Este trabajo estudiará cómo revertir los mecanismos de patogénesis, diseminación y quimiorresistencia del mieloma múltiple, un cáncer de la sangre que afecta a 60.000 personas en toda Europa, con una mortalidad superior al 75% y 20.000 nuevos diagnosticados al año.

Liderado por el doctor Bruno Paiva, investigador del Departamento de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, este es uno de los 13 proyectos españoles que han obtenido ayudas del ERC, y el único en el ámbito de la Salud.

En total, a la convocatoria 2015 de las becas Starting Grant del ERC se presentaron 2.920 solicitudes, de las que 291 fueron aprobadas.

Según Paiva, el elemento diferencial de este grupo investigador lo constituye el desarrollo en colaboración con el grupo Euroflow de una citometría de flujo de nueva generación, “que aporta una sensibilidad mucho más alta que la citometría de flujo convencional”.

Ese mayor grado de percepción permitirá “aislar subclones tumorales que no se han estudiado todavía” y que los investigadores consideran “claves para entender por qué hasta la fecha no se ha podido curar la enfermedad”, detalló.

Así, destacó la correlación intrínseca que existe entre eliminar todas o el mayor número posible de células tumorales y la curación de una enfermedad.

“Sin embargo, en ciertos tumores como el mieloma múltiple, algunos pacientes pueden curarse o nunca más recaer en la enfermedad incluso sin tratamiento adicional, a pesar de seguir teniendo enfermedad mínima residual. Estos pacientes presentan de hecho tan buen pronóstico como aquellos en los que no se detecta enfermedad residual, por lo que es fundamental identificarlos para evitar sobretratarlos”, precisó Paiva.

Los especialistas integrarán de nuevo las dos técnicas, la citometría de flujo y la secuenciación masiva de nueva generación, a fin de “entender la genética de las células que persisten tras el tratamiento y ver si somos capaces de distinguir los sublclones benignos de los malignos. Esto es algo que no se ha hecho hasta ahora y que nosotros queremos conseguir”, afirmó el experto.

SISTEMA INMUNE

Otro de los objetivos del estudio consiste en desentrañar el papel que juega el sistema inmune en el control de la escasa carga tumoral que de forma residual persiste tras el tratamiento.

Según Paiva, “la pregunta que nos hacemos es si los pacientes que alcanzan la curación pese a presentar enfermedad persistente tienen una firma inmunológica diferente a la de los demás pacientes”.

Esta cuestión surge de un análisis retrospectivo que realizaron los investigadores, en el que comprobaron que personas que llevaban diez años sin recaer en el mieloma múltiple, pero que todavía mostraban enfermedad residual, no sólo habían vuelto a tener un sistema inmune normal (comparado con el de sujetos sanos), “si no que presentaban un sistema inmune más activado que el de los individuos sanos.

Esto también puede constituir un aspecto fundamental en el control de la enfermedad persistente”, vaticinó el Paiva.

(SERVIMEDIA)
07 Sep 2016
AGQ/man