En un comunicado, esta organización lamentó la “grave situación por la que está atravesando una enfermera tras verse contagiada de fiebre hemorrágica Crimea-Congo en el ejercicio de su profesión”.

Por ello, estos profesionales quieren poner todos sus recursos institucionales a disposición de los afectados y sus familiares para cualquier ayuda o asesoramiento que puedan necesitar. Una colaboración que también han dado a conocer a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid con sus expertos en bioseguridad.

A este respecto, este consejo recordó que “el virus hemorrágico Crimea-Congo es un agente infeccioso del máximo nivel de riesgo conocido (nivel 4, así clasificado según la Directiva 2000/54/ CE) y, por lo tanto, precisa de las máximas medidas de contención con vistas a garantizar la seguridad y la salud de todos los profesionales y trabajadores del ámbito sanitario”.

Además, recordó la situación de incertidumbre en la que están inmersas las casi 200 personas que se encuentran bajo vigilancia epidemiológica.