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Investidura. Sánchez argumenta el no a Rajoy en que "España necesita un gobierno, no un mal gobierno"

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, justificó este miércoles el voto en contra de los socialistas a la investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la misma, Mariano Rajoy, señalando que "España necesita un gobierno, no un mal gobierno".

En su réplica al discurso de investidura Sánchez avanzó que sería claro y directo para exponer su no por coherencia con su ideario, compromiso con los votantes del PSOE y por el bien de España.

“España necesita con urgencia un gobierno, no un mal gobierno”, distinguió, para que los ciudadanos recuperen el derecho a un trabajo digno frente a una reforma laboral que ha condenado su presente y su futuro. Un gobierno, prosiguió, que persiga la corrupción, que crea en las instituciones públicas independientes y que recupere los derechos y libertades cercenados.

Más adelante le negó cualquier credibilidad para hacerlo tras los años en que ha gobernado. “Usted no está en condiciones de hacer lo que proclama”, subrayó. “La memoria es su peor enemigo”dijo

Sánchez quien además reprochó a Rajoy su comportamento “irresponsable” por no presentarse a la investidura en la pasada leislatura y ofreciendo dudas sobre si lo haría en ésta y ahora presentándose sin contar los apoyos necesarios convirtiendo el debate en “la crónica de un debate anunciado”, por no haber intentado repetir el pacto al que llegó para la Mesa del Congreso con el PDC y el PNV.

Citando a Rajoy en la réplica que le hizo éste cuando el líder socialista se presentó a la investidura en marzo, le reprochó que pretendiera que alguien le regalara la investidura y aseguró que pretende hacer creer a los españoles que los culpables de que no le elijan son todos los demás.

Pasando a comentar el acuerdo del PP con Ciudadanos, volvió a citarle sus palabras de entonces en las que le criticó la “teatralidad” del suyo con la misma formación, y luego le recriminó que se haya puesto la fecha para que las terceras elecciones caigan el 25 de diciembre; “un chantaje en toda regla, que ha contado con la complicidad de la presidenta del Congreso”, Ana Pastor, de quien dijo que aceptando la “malintencionada fecha”ha dejado a la Cámara "por los suelos".

Sánchez afeó a Rajoy haber gobernado “a golpe de decreto ley”, rechazando comparecer en el Congreso, promoviendo a “periodistas afines” en el Ente Público. Sobre la corrupción, aseguró que Rajoy conocía las maquinaciones del extesoresro del PP Luis Bárcenas y las del exministro de Economía Rodrigo Rato.

El líder del PSOE dijo también que el debate de investidura “no es una convalidacion automática del resultado electoral”, sino un termómetro de la confianza que genera el candidato, y que su gestión avala la “absoluta desconfianza” de los socialistas hacia él.

“Nuestro no, contiene muchos síes”, esgrimió, para defender las políticas opuestas a las a su juicio realizadas por el PP, y criticó que se pida “responsabilidad” al PSOE, presentando como ésta la de representar a los millones de españoles que no quieren que gobierne el PP. Presumió de haber respetado el tiempo de Rajoy y el formato elegido para el debate, y defendió que no se puede pedir al PSOE que avale lo que quiere cambiar.

Sánchez recordó que la mayor parte de los candidatos a la investidura han sabido aglutinar apoyos para que gobierne en minoría, y dijo que la novedad es la “incapacidad en exclusiva suya” que ha exhibido Rajoy para ello.

Enjuició que Rajoy no ha sido ni eficaz ni solidario en su gestión, por el aumento de la deuda pública hasta el 100% del PIB, el procedimiento sancionador abierto por la UE a cuenta del incumplimiento del déficit, “no por la ausencia de gobierno, sino por su mal gobierno”; la congelación de las pensiones.

En materia fiscal, le afeó una triple mentira, de ayer, hoy y mañana, por sus promesas de bajadas de impuestos, luego incumplidas y ahora repetidas.

Sánchez resumió la gestión de Rajoy en “recortes” sociales, culturales, medioambientales, de infraestructuras, cooperación, integración y educación y le recriminó despreciar la pobreza energética por no haberla mencionado en su discurso de ayer, como tampoco la dependencia. Recortes que atribuyó, no a la crisis, sino a su ideología.

“En estos cuatro años sólo ha tenido un compañero de viaje: su ideario político, el más conservador de Europa”, continuó, reprochándole sus medidas en materia de justicia, por ejemplo la ley de enjuiciamiento criminal, y en educación, con la Lomce.

Centrándose en la reforma laboral, criticó las horas extra (“Muchos ciudadanos saben cuándo empiezan a trabajar, pero no cuándo acaban”), la precariedad, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y entre directivos y empleados de base, así como la inseguridad laboral. “¿Y todo esto para qué?”, preguntó.

(SERVIMEDIA)
31 Ago 2016
KRT/man