En declaraciones a los periodistas en el Congreso, Pastor subrayó que la “distribución de los escaños” es un asunto que se encuentra pendiente, que “no está cerrado”, por lo que mostró su esperanza en que todos los grupos parlamentarios se pongan de acuerdo sobre la cuestión para que “todo funcione como un reloj”.

En ese sentido, Pastor llamó a la responsabilidad de los grupos políticos para que resuelvan este asunto y les animó a destinar “su tiempo, su trabajo, su esfuerzo y su inteligencia” en poner en marcha las reformas y proyectos que resuelvan los problemas de los ciudadanos.

La ubicación de los diputados en el hemiciclo debe concretarse en la Mesa del Congreso de los Diputados que en su cónclave del pasado día 9 de julio dejó pendiente ese acuerdo al no haber consenso entre los grupos parlamentarios, y la reunión en la que debería solventarse aún no se ha celebrado.

La Mesa sí acordó la distribución de espacios en los diferentes edificios del Congreso, así como el cupo de asistentes para cada uno de los grupos. Sin embargo, no hubo acuerdo para la distribución de los escaños en el hemiciclo, en parte porque, según explicó la propia Pastor en su momento, se está buscando un acuerdo global que sea aprobado por unanimidad.

Dado que cada grupo tendrá sus escaños más o menos en la misma zona que la legislatura anterior, el principal obstáculo para ese acuerdo es la ocupación de los escaños que antes ocupaba Convergència, ya que el Partit Demòcrata Català estará esta vez en el Grupo Mixto, es decir, en la parte más alta del hemiciclo conocida como el 'gallinero'.

Sus ocho escaños dejarán un hueco muy apetecible para los grupos parlamentarios que ocupan esa zona del hemiciclo, especialmente los de Ciudadanos y los de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.

A pesar de las dificultades para llegar a un acuerdo en la Mesa, esa ubicación debería estar definida antes de que comience el debate de investidura, en el que cada diputado debería ocupar ya el que, previsiblemente, vaya a ser su escaño.