Después de algo menos de hora y media de reunión entre ambos, Rivera explicó en rueda de prensa que Rajoy se comprometió a someter a votación las condiciones que Ciudadanos considera "sine qua non" para abrir una negociación que pueda desembocar en su respaldo a la investidura.

Esas condiciones son: apartar de forma "inmediata" a cualquier cargo público imputado por la corrupción política; eliminar aforamientos; reformar la ley electoral para permitir listas desbloqueadas, mayor proporcionalidad y fin del "laberinto" del voto rogado; acabar con los indultos a condenados por corrupción; limitar a dos mandatos o a ocho años la permanencia en la Presidencia del Gobierno; y transparencia, con la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre la financiación irregular del PP.

Rivera dejó claro que la aceptación de esos compromisos, "que cualquier demócrata español puede y debe firmar", abriría la puerta a una negociación sobre contenidos más amplios en los ámbitos económico, político y social, entre las que mencionó expresamente la reforma del régimen de autónomos, la atención a la dependencia, el Senado y las diputaciones provinciales o la lucha contra el fraude fiscal.

EJECUTIVA NACIONAL DEL PP

Rajoy le pidió poder someter esas condiciones a la votación del Comité Ejecutivo Nacional del PP y Rivera espera y desea que sean asumidas para "inmediatamente" después poner fecha al debate de investidura y designar equipos negociadores que concreten el acuerdo entre ambos partidos.

Rivera reiteró que él afronta esa negociación "sin freno de mano" y dejó claro que los votos que faltarían para superar la investidura no podrían llegar de los partidos que quieren "romper" España, por lo que sigue mirando al PSOE para que avance hacia la abstención.

En ese sentido, recordó que las condiciones impuestas al PP fueron respaldadas por Pedro Sánchez como candidato a la investidura desde la tribuna del Congreso la pasada legislatura, por lo que considera que en todos esos puntos el PSOE "estará a favor".

Esas medidas, subrayó, llevan la firma de Pedro Sánchez y fueron respaldadas por el 80% de la militancia del PSOE en la consulta convocada por el propio líder socialista.

Insistió en que en política no se elige entre lo bueno y lo malo, sino entre lo malo y lo menos malo, y él por España está dispuesto incluso a sentarse a negociar "con quienes creo que no merecen gobernar" antes que perpetuar el bloqueo institucional.

El documento que Rivera entregó a Rajoy y que será debatido por la dirección del PP prevé que esas reformas sean tramitadas en los tres primeros meses de gestión del nuevo Gobierno. En relación a la modificación de la ley electoral, Rivera quiere abrir la negociación a cuantos más partidos, mejor, no solo porque sean necesarios para aprobarla sino porque es "bueno" afrontar esa reforma con "voluntad inclusiva".

Tras la reunión de este miércoles, Rivera confía en que la investidura sea "lo antes posible" y su tope sigue siendo el final del mes de agosto, aunque podría ser incluso antes para tramitar en plazo el techo de gasto y los Presupuestos.