Según informó este viernes la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, A.T. tenía en vigor una orden europea de detención y entrega por delito de asesinato. Los hechos por los que era buscado se remontan a agosto de 2009, cuando la policía de Estonia inició unas investigaciones por la detención ilegal y desaparición forzosa de un hombre de 62 años que trabajaba como taxista.

Tras el estudio de las llamadas realizadas desde el teléfono de la víctima, se conoció que la última llamada recibida antes de su desaparición se efectuó desde una línea de la que era titular el padre de A.T. De hecho, A.T. se encontraba en ese momento en la localidad estonia de Kuusalu, a 40 kilómetros de Tallin, la capital, donde estaba la víctima.

A.T. fue detenido y posteriormente puesto en libertad con la prohibición de abandonar su lugar de residencia. Se confirmó que conducía el día de los hechos un vehículo de color negro, también a nombre de su padre, en cuyo maletero se encontró sangre de la víctima después de efectuar un examen de ADN. Sin embargo, aún no se ha encontrado el cuerpo del desaparecido, ni su vehículo.

La oficial de enlace en Lituania, Estonia y Letonia comunicó urgentemente a la Policía Nacional española la posibilidad de que A.T. se hubiera trasladado hasta España y se encontrara residiendo en un turismo de color negro en la provincia de Valencia.

Los investigadores se desplazaron hasta la zona y consiguieron localizar el vehículo, con placas de matrícula estonias, en las proximidades de la localidad valenciana de Sedaví. A.T. fue detenido en las inmediaciones del polígono industrial de esta localidad.