Lo decidió la Mesa en su primera reunión tras la constitución del Congreso de los Diputados, sin que hubiera discrepancias al respecto.

El Reglamento del Congreso establece que esa Sesión, presidida por el Rey, se celebra en los quince días posteriores a la constitución de la Cámara, y por tanto debería celebrarse antes del próximo 3 de agosto.

Sin embargo, ya en la anterior legislatura esa Sesión no llegó a celebrarse porque la Mesa decidió también aplazarla hasta después de la formación del Gobierno, algo que no llegó a suceder y dio pie a la repetición de las elecciones.

Esta vez los miembros de la Mesa han entendido también que lo lógico es celebrar esa Sesión una vez que el Gobierno haya tomado posesión y por ello la ha aplazado de manera indefinida.