A través del servicio de recomendaciones de viaje con el que cuenta en su página web, Exteriores mantiene el aviso establecido desde el pasado 13 de noviembre en Francia después del atentado de anoche en Niza, donde murieron más de 80 personas.

“Está en vigor, además, el nivel más alto del Plan “VIGIPIRATE” de seguridad nacional en la región de París, que implica protección máxima y medidas excepcionales de seguridad en lugares públicos”, señalan.

No obstante, la alerta no afecta a ninguno de los requisitos de entrada en la zona Schengen ni a la documentación necesaria para entrar en territorio francés desde España: las autoridades podrán exigir la presentación de un documento de identidad o título de viaje, que puede ser el DNI o el pasaporte.

Una alerta que también es palpable en Bélgica, donde se extremaron las medidas de seguridad tras el atentado que tuvo lugar en Bruselas el pasado mes de marzo.

Algo parecido a lo que ocurre con países como Holanda, que ha establecido un nivel de alerta general definido como “sustancial”, lo que se traduce en “una posibilidad de ataque real”, por lo que se han establecido medidas de seguridad especiales en estaciones de ferrocarril, aeropuertos, edificios públicos, fronteras terrestres y marítimas.

En otros como Reino Unido o Alemania, aunque en menor medida, también alertan del peligro por un posible ataque terrorista y piden extremar la atención.