Unas 1400 adolescentes dan a luz cada año en España

- Más del 35% de los jóvenes de entre 15 y 19 años no utiliza ningún anticonceptivo

MADRID
SERVIMEDIA

Un total de 1.400 adolescentes dan a luz cada año en España, mientras que en el mismo período de tiempo son 13.000 las mujeres jóvenes que interrumpen su embarazo, según informa la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, por sus siglas en inglés).

Además, el 35,6% de los jóvenes de entre 15 y 19 años no utiliza ningún anticonceptivo, mientras que el 23% se protegen pero de manera inadecuada.

Con motivo del día Mundial de la Población que se celebra el lunes, IPPF hizo suyas las recomendaciones de la OMS, que este año pide aumentar la inversión destinada a las adolescentes.

Según advirtió, la ratio de centros de atención a la sexualidad juvenil en España es insuficiente, y la desigualdad en el acceso a métodos anticonceptivos afecta sobre todo a los más jóvenes.

“La atención específica a la salud sexual y reproductiva de los adolescentes es una asignatura pendiente en España”, prosiguió, tal como recoge el Barómetro del acceso de las mujeres a la libre elección de anticonceptivos modernos en 16 países de la UE.

Por todo ello, IPPF reclamó al Gobierno más inversión en la salud sexual y reproductiva de las jóvenes, asegurar el acceso a los métodos anticonceptivos y a los centros de planificación, una mayor educación sexual (actualmente desaparecida de los currículos) y eliminar la necesidad del consentimiento paterno para la interrupción del embarazo entre las menores de 17 años.

En todo el mundo, 16 millones de mujeres entre 15 y 19 años y cerca de un millón de niñas menores de 15 dan a luz cada año.

Unos tres millones abortan en condiciones peligrosas, y las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de mortalidad en el mundo entre las jóvenes de esta edad.

Por tanto, el IPPF y la OMS pidieron a los estados prestar mayor atención a sus adolescentes, a fin de garantizar un acceso igualitario a la educación y a la salud sexual y reproductiva.

Se estima que una mayor formación redunda en un retraso en la edad de matrimonio, lo que a su vez disminuye el número de embarazos de riesgo y malformaciones, al tiempo que contribuye al desarrollo económico de las comunidades.

(SERVIMEDIA)
09 Jul 2016
AGQ/man