Hallan en Mallorca la pardela balear más longeva tras ser anillada hace 30 años

- Es la especie de ave más amenzada de Europa

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo de ornitólogos ha encontrado criando a un ejemplar de pardela balear en la Colonia de Sa Cella (Mallorca) después de ser anillada hace 30 años, lo que supone un nuevo récord de longevidad en esta especie, que es el ave más amenazada de Europa y la única nativa en el continente que se encuentra en la categoría de amenaza de ‘en peligro crítico’, según señaló este jueves SEO/BirdLife.

Sa Cella es una gran cueva ubicada al pie de un acantilado de 248 metros de altura en el suroeste de Mallorca. La boca de entrada se encuentra a nivel del mar y su forma recuerda una gran ceja (‘cella’ en catalán). La pardela balear nidifica en el interior, que es la zona más seca y con un suelo con sedimento blando que permite a estas aves excavar una pequeña depresión o una hura.

La mayoría de los nidos están lejos de la entrada, en zonas de la cueva donde no llega la luz. Sa Cella es inaccesible a los depredadores y un lugar muy seguro para las pardelas. Aun así, los estudios demográficos basados en datos de esta colonia indican que se da una alta mortalidad adulta, por lo que la población decrece un 14% cada año.

El 16 de junio de 1986, el Grup Balear d’Ornitologia (GOB) de SEO/BirdLife anilló un ejemplar de pardela balear, que encontrado el pasado mes de marzo, casi 30 años después. La pardela cuenta con un pollo que a principios de julio abandonará la colonia para dirigirse hacia el Atlántico. Los ornitólogos que siguen la colonia encontraron a este ave incubando en la misma zona de la cueva en 2001, pero en un nido algo más alejado del ocupado este año, y la recapturaron en 2003, pero no pudieron constatar si estaba ocupando algún nido.

La longeva pardela fue seleccionada este año para llevar un GPS de 17,5 gramos en el durante unos pocos días y coincidiendo con el periodo de incubación (marzo-abril), cuando machos y hembras se alternan en la tarea de incubar su único huevo. Cuando no están en el nido, realizan viajes de alimentación a varios cientos de kilómetros de distancia, generalmente a las costas del levante ibérico y a Cataluña.

TASA DE MORTALIDAD “NO NATURAL”

Tras muchos años visitando Sa Cella, los ornitólogos encargados del seguimiento empiezan a notar cómo van desapareciendo aves reproductoras, puesto que ya no quedan muchas con experiencia y tan longevas.

Un reciente estudio publicado en la revista científica ‘Journal of Applied Ecology’, liderado por el Instituto Mediterráneo en Estudios de Estudios Avanzados (Imedea), de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en el que ha participado SEO/BirdLife, concluye que la actual tasa de mortalidad “no natural” de la pardela balear es insostenible. Cada año, la población de pardela balear se reduce aproximadamente en un 14% y la especie podría desaparecer en cerca de 60 años si no se corrige esta tendencia.

Ese estudio, realizado precisamente en Sa Cella, indica que las capturas accidentales en artes de pesca son la principal causa de la baja supervivencia adulta y juvenil, ya que un 45% de la mortalidad adulta está relacionada con este tipo de capturas. La mortalidad no natural detectada en las aves de Sa Cella solamente estaba relacionada con las capturas accidentales, ya que no había depredación por especies invasoras.

¿CUÁNTO VIVEN?

Las aves marinas son muy longevas. El récord de longevidad de un ave lo ostenta ‘Wisdom’, una hembra de albatros de Laysan anillada en 1956 en el atolón de Midway. Fue anillada hace 60 años, pero probablemente su edad real sea como mínimo de 65 años, ya que el anillamiento se hizo siendo un ave adulta y los albatros no suelen regresar a las colonias durante los primeros cinco años de vida. El récord de longevidad de una pardela lo tiene una pardela pichoneta de más de 50 años, anillada y recapturada en la isla de Bardsey (Gales).

En las Baleares se tiene constancia de que las pardelas son aves longevas, con varias recapturas de más de 10 años. El récord de longevidad para una pardela cenicienta es de 26 años, pero no se tenía hasta la fecha un récord similar de longevidad para la pardela balear.

(SERVIMEDIA)
07 Jul 2016
MGR/gja