Las aves de las islas Galápagos, amenazadas por la llegada de un parásito
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Una mosca invasora, conocida como ‘Philornis downsi’ amenaza a las aves de las islas Galápagos, sobre todo a los pinzones, según un estudio internacional en el que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y que este miércoles ha confirmado que otras especies de aves podrían resistir mejor al daño de este parásito.
En un comunicado de la Universidad Complutense, los científicos han alertado de que los pinzones de Darwin (las aves que el naturalista inglés descubrió en las Galápagos en el siglo XIX) están disminuyendo por la presencia del parásito ‘Philornis downsi’.
Esta mosca es una especie invasora en el archipiélago, al que llegó hace solo unas décadas. Los insectos adultos depositan sus huevos en los nidos de los pinzones y de otras aves, con lo que se aseguran que, cuando las larvas salgan de sus huevos, se alimenten de la sangre de los polluelos y de las madres.
Un equipo internacional de científicos, en el que participa la UCM, ha descubierto que los mockingbirds, especies de aves autóctonas como los pinzones, resisten los daños de este parásito porque han desarrollado un mecanismo de defensa.
A este respecto, Elena Arriero, investigadora del departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad Complutense, explica que “los mockingbirds parecen sufrir, en menor medida que los pinzones, las consecuencias negativas de este parasitismo al tener un mecanismo de defensa que se basa en que los polluelos piden más comida a sus progenitores. Al alimentarse mejor, desarrollan más defensas, minimizando el daño que les hace el parásito en su sangre, una estrategia que no siguen los pinzones”.
Los científicos, entre los que se incluyen investigadores de la Universidad de Utah y de la Universidad del Estado de Washington, de EEUU, fumigaron algunos nidos de las dos especies con un insecticida muy eficaz en el control de insectos.
La fumigación se produjo nada más nacer los primeros pollitos y el tratamiento se repitió de cuatro a seis días después. De esta forma, disminuyó el número de larvas que ya estaban en el nido listas para alimentarse de los pollos recién nacidos y se evitó la reinfección causada por nuevas moscas que depositaran sus huevos en el lugar.
(SERVIMEDIA)
06 Jul 2016
ABG/isp