Santos manifestó a Servimedia que “es inevitable que la sordera marque a la persona, pero es la persona quien decide luchar por superar las dificultades y generar una personalidad sana y madura y, también, abierta a los demás y, si se atreve a dar un paso más, abierta a lo trascendente, al Misterio, a Jesucristo”.

A partir de ese planteamiento, el futuro sacerdote revindica el papel de las personas sordas en la Iglesia como “el mismo” que el resto de fieles. “Estamos bautizados y estamos intentando crecer la fe y la caridad, descubriendo poco a poco la vocación de cada uno dentro de la Iglesia y ser fiel y constante a Cristo y a la Iglesia”, agrega, como cree que hace el resto de los católicos, tengan o no discapacidad.

El cura ‘in pectore’ también subraya la “labor”, “entrega y constancia” de los sacerdotes de la Pastoral del Sordo por mantener la comunicación con los creyentes con discapacidad auditiva, “por su esfuerzo en aprender la lengua de signos, vehículo necesario para transmitir la fe aunque se admiten otros medios prácticos de comunicación”, como la lectura labial y la escritura.

Del grupo que forma con esos futuros ‘colegas’ Santos Pulido destaca la “armonía y unidad” que tiene. También recuerda las “raíces” que plasmaron los fundadores de la Pastoral del Sordo, a quienes manifiesta “cariño, agradecimiento y veneración”: monseñor Agustín Yanes, también sordo, y los sacerdotes Regino Chiquirrín y Jesus Lahoya.

NUEVOS HORIZONTES

A pocos días de su ordenación, dijo a Servimedia que el ministerio sacerdotal le abre “nuevos horizontes de servicio y de entrega” y que, ya ordenado, será un monje evangelizador. Su cometido, por encargo directo de su obispo, José Vilaplana (a su vez prelado responsable de la Pastoral del Sordo de la CEE), será el cuidado pastoral de las personas sordas, algo que el aspirante asume “con confianza y esperanza”, no en sus “fuerzas y esfuerzos, sino en la ayuda de Dios”, siguiendo las máximas benedictinas del ‘ora et labora’.

Atrás queda una trayectoria en la que ha aprendido a aceptar “sin problema y sin complejo” su discapacidad, aunque la sordera le supuso “un calvario” durante la adolescencia y la juventud, que dificultó su integración social.

Pero también supo descubrir, allá por el año 1971, el “interés” por lo religioso, especialmente cuando escuchaba la catequesis que daba una franciscana en el Colegio de la Purísima de Madrid.

“Mi interés por conocerle iba en aumento y aprendí a tener conversaciones a solas con el Señor. Desde esa fecha, recuerdo perfectamente, hasta el día de hoy, a pesar de los pesares de mi adolescencia y juventud, he mantenido una amistad 'in crescendo'”, recuerda.

En la actualidad Juanjo Santos es responsable de la pastoral del sordo en Huelva y vive en un monasterio de Gibraleón, donde hay una pequeña fraternidad monástica y misionera, llamada ‘Effatha’.

EL ENCUENTRO

Los citados fundadores de la pastoral se sumarán a las más de 220 personas, mayoritariamente con discapacidad auditiva, que participarán en el encuentro en Aracena y el día de la ‘cantamisa’ se prevén más de 300 en el templo de la Blanca Paloma.

A la misa inaugural acudirán 20 sacerdotes de diferentes diócesis, tres de ellos sordos, según informa el Obispado de Huelva. Durante la ceremonia habrá intérpretes de lengua de signos para personas sordas y sordociegas, además de pantallas con subtítulos. Asimismo, está prevista la presencia de personas de Perú, Francia, Italia y Guinea Ecuatorial.

La reunión, bajo el lema ‘Testigos de la Misericordia’, incluye un apretado programa que se abre cada día con un momento de oración y alterna conferencias y retiros con momentos de ocio. Por ejemplo, el obispo Vilaplana impartirá la conferencia de apertura del 8 de julio sobre el orden sacerdotal, pero también habrá visitas culturales al castillo e iglesia de Aracena o excursiones a Huelva, La Rábida y El Rocío, e incluso una visita al Museo del jamón. Los jóvenes disfrutarán de un programa paralelo que incluye piscina y playa, además de taller de canto y senderismo.