En su intervención, el presidente incidió en la “trascendencia” de este “emblemático proyecto de país” que marca “la senda por la que tiene que transitar la industria española y las “claves” de la industria española del futuro: innovadora, ambiciosa, sostenible y con una colaboración estrecha público-privada”.

En este sentido, destacó que en este proyecto convergen la renovación de los sectores centrales de la economía española, la I+D+i y la lucha contra el cambio climático. Además, este tipo de automoción inaugura “una nueva etapa energética en la que nos vamos a alejar del carbono”, añadió.

Zapatero admitió que, a pesar de que “hemos pasado lo peor”, aún vivimos una recesión marcada por la incertidumbre y las “dudas sobre cuándo se alcanzará el nivel de recuperación que buscamos”. Esto, sin embargo, no puede ser una excusa para abordar retos de futuro, como este.

De hecho, el vehículo eléctrico constituye, para Zapatero, “una oportunidad que debemos y vamos a aprovechar”, que representa avanzar hacia un nuevo modelo de crecimiento, innovación, ahorro energético, tecnología, exportación y menor dependencia.

Abogó, por ello, por “anticiparnos al futuro” y comprometerse con este tipo de automoción. “Proyectos como este son los que generarán confianza, innovación, actividad y competitividad de un país que tiene capacidad suficiente para volver al crecimiento, competir en el mundo y volver a la senda de la recuperación”.

El Gobierno “va aponer todo su empeño y tenacidad” y cuenta, para ello, con trabajadores, sindicatos, empresas, instituciones y la sociedad en su conjunto.