“Tenemos que pensar lo grande que es una profesión de esta complejidad”, declaró Carmena durante su intervención. Asimismo, explicó que San Juan es “un buen patrón”, no solo por lo que representa sino “porque es una fiesta de la luz”. Asimismo, manifestó que su labor es “dirigir, no mandar” a la Policía Municipal.

Carmena aseguró que ha recibido de los agentes “determinadas consideraciones”, las cuales se mostró dispuesta a valorar e implementar, algunas, según confesó, en relación a la limpieza, y es que el Ayuntamiento tiene un plan para reducir las multas en este campo e imponer trabajos en beneficio de la comunidad.

La alcaldesa también puso de relieve la labor de los agentes a la hora de “reprimir en un momento de delito” o “apaciguar en una discusión”, al tiempo que añadió que los policías de la capital afinan su “lenguaje e inteligencia para hacerlo bien”.

REESTRUCTURACIÓN

Por su parte, Javier Barbero reconoció en su intervención que “ha habido dificultades” en el proceso de “reestructuración del cuerpo” que está llevando a cabo el Ayuntamiento, y elogió el papel de los agentes y la “cooperación que ha habido con otras fuerzas de seguridad del Estado”.

En este sentido, definió las dos principales características de la Policía Municipal como “enorme capacitación técnica” y “enorme experiencia”, mientras añadió que “esta fiesta es especialmente importante para nosotros, porque recordamos esa manera excelente de hacer las cosas”.

Una de las anécdotas del evento fue cuando la alcaldesa se dirigió a algunos de los agentes que han trabajado directamente con ella, a los que dijo que “os queda muy bien el uniforme”, al tiempo que explicó que apenas les había visto con él puesto.

Entre otros elogios, Manuela Carmena cerró su discurso con un “¡viva la Policía Municipal!” que fue respondido y aplaudido por los asistentes.