Las emisiones mundiales de etano vuelven a subir tras 40 años de caídas
- Por la actividad petrolera y gasística en Estados Unidos
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Las emisiones globales de etano, un gas de efecto invernadero que contamina el aire, han vuelto a repuntar de nuevo después de alcanzar su pico en 1970 y disminuir de forma constante hasta finales de la primera década de este siglo en la mayor parte del hemisferio norte.
Ésta es la conclusión de un estudio internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos), en el que participaron científicos de la NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica), la Universidad de York (Reino Unido) e institutos de Alemania, Bélgica, Nueva Zelanda y Suiza.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Geoscience’, indica que las emisiones de etano en el hemisferio norte se incrementaron en cerca de 400.000 toneladas anuales entre 2009 y 2014, la mayor parte de ellas procedentes de actividades petroleras y gasísticas en América del Norte, según Detlev Helmig, profesor de la Universidad de Colorado en Boulder y autor principal del trabajo.
Las muestras de aire para el estudio fueron recogidas en más de 40 lugares de todo el mundo, desde Colorado y Groenlandia hasta Alemania, Nueva Zelanda, Suiza y las regiones polares de la Tierra. Más de 30.000 contenedores aéreos del tamaño de botellas de refresco fueron enviados a la NOAA en la última década.
La disminución del etano y de otros hidrocarburos no metánicos (NMHC) comenzó alrededor de 1970, debido principalmente a los mejores controles de las emisiones procedentes de la producción, almacenamiento y distribución de petróleo y gas, y de la combustión de los tubos de escape de coches y camiones.
“Alrededor del 60% de la caída que vimos en los niveles de etano en los últimos 40 años ya se ha maquillado en los últimos cinco años”, apunta Helmig, quien añade: “Si este ritmo continúa, estamos en el camino de volver en sólo tres años a los niveles máximos de etano que vimos en la década de 1970. Rara vez vemos cambios rápidos o espectaculares en los gases atmosféricos”.
FUENTES HUMANAS
Helmig apunta que el etano, el propano y otros NMHCs se liberan de forma natural por la filtración de los depósitos de carbón, la actividad volcánica y los incendios forestales, pero las actividades humanas también incluyen la quema de biomasa y el uso industrial. "Estas fuentes humanas constituyen aproximadamente las tres cuartas partes del etano atmosférico que se está emitiendo”, precisa.
El estudio también encontró que los mayores incrementos de propano y de etano de vida más corta se produjeron sobre todo en el centro y el este de Estados Unidos, donde hay más áreas de actividad petrolífera y gasística. “Llegamos a la conclusión de que las emisiones agregadas de perforación de petróleo y gas de Estados Unidos han sido la fuente principal para el cambio de tendencia del etano atmosférico”, apunta Helmig.
La investigación indica que las emisiones totales de NMHC en el hemisferio norte están aumentando en aproximadamente 1,2 millones de toneladas anuales.
El etano es un componente del gas natural que juega un papel importante en la atmósfera del planeta porque si se descompone cerca de la superficie de la Tierra puede crear contaminación por ozono, lo cual supone un riesgo sanitario y medioambiental. “El etano es el segundo hidrocarburo más importante emitido por el petróleo y el gas después del metano”, añade Helmig.
(SERVIMEDIA)
19 Jun 2016
MGR/gja/caa