En mayo, la inflación armonizada creció una décima en España respecto al mes anterior, pasando del -1,2% al -1,1%. No obstante, la media de la UE también aumentó una décima hasta el -0,1%, frente al -0,2% de abril.

De esta forma, la diferencia entre la evolución de los precios en España y el resto de la unión se mantuvo estable en mayo en el punto porcentual.

Dentro de la Unión Europea, España pasó del cuarto al quinto lugar como el país con la inflación más baja, sólo por detrás de Rumanía (-3%), Bulgaria (-2,5%), Chipre (-1,9%) y Croacia (-1,2%).

Por el contrario, los países con los mayores incrementos de los precios en mayo fueron Austria (0,6%), Suecia (0,8%), Malta (1%) y Bélgica (1,6%).